Al acercarse el año nuevo en Japón, podemos apreciar un mes de diciembre lleno objetos que decoran todos los rincones, objetos que van desde las calles hasta el interior de los hogares. Las tiendas ofrecen estos curiosos adornos en una gran variedad tanto en tamaños como en distintos modelos y quienes desconocen el significado tradicional de cada objeto, igualmente terminan dejándose llevar por el río tradicional japonés y compran cualquier uno con el simple motivo de decorar su hogar para darle ese toque festivo. Cada adorno encierra su pequeña historia y muchas curiosidades, pero en esta oportunidad nos centraremos solo en uno «Kagamimochi» (鏡餅), quizás es el más popular e importante de todos.
Para poder entender las curiosidades de este tradicional decorativo, aunque más que «decorativo» es «ceremonial», es necesario hacer una breve y sencilla referencia.El «kagamimochi» es un recipiente que lleva dos pastelitos de arroz de distintos tamaños llamados «mochi» (餅) que van apilados por orden de tamaño. Encima del «mochi» lleva una pequeña naranja llamada «daidai»(橙), también algunos accesorios que lo decoran como el papel en forma de zig-zag que es muy usado en los adornos tradicionales llamado «gohei»(御幣).
En teoría el «kagamimochi» es una ofrenda al dios «Toshigami» (un dios de la religión sintoísta) que se cree visita el hogar cada primer día del año y como el arroz está siempre presente en la tradición nipona y muy arraigado con sus creencias religiosas, el «mochi» es una ofrenda perfecta. «Kagami»(鏡) significa «espejo» y aunque aparentemente no tenga relación alguna con este objeto, antiguamente se solía utilizar un espejo en este tipo de rituales, pues se pensaba que dios habitaba en el. Esta idea proviene del sintoísmo, donde se considera que en la naturaleza y en cada objeto hecho por el hombre habita un dios (shintai), concretamente el espejo redondo era usado para simbolizar de manera más específica a dios debido a que el espejo es capaz de reflejar los rayos solares; en resumen sería lo más aproximado al sol; cabe recalcar también que a la diosa del sol «Amaterasu» se le relaciona con un espejo debido a su leyenda.
También existe otra teoría basada en los rituales sintoístas ya que se acostumbra usar mucho el espejo circular para simbolizar a dios, entonces la palabra «kagami» posiblemente vendría a tener sencillamente un significado metafórico. En muchas culturas al transcurrir el tiempo, se suelen modificar o reemplazar los objetos sagrados y posiblemente antiguamente sí fué un espejo al que se le reemplazó u omitió con el paso del tiempo, pero el nombre «kagamimochi» perduró. En la actualidad venden en las tiendas unos envases de plástico con la forma del mochi redondo que dentro llevan el mochi en pequeños paquetes, incluso el «daidai» (la pequeña naranja) también lo venden en plástico; con esto estaríamos siendo testigos de cómo los objetos tradicionales se van deformando con el paso de las generaciones , perdiendo así un poco el sentido místico.
La pequeña naranja que va encima del mochi llamada «daidai», encierra un significado interesante. Hay personas que colocan en su reemplazo una mandarina, algas o algún otro elemento y quizás lo importante de lo que se coloque no es el alimento en sí, sino el nombre; es ahí donde está el secreto ceremonial. Daidai (que significa «naranja») es una palabra que podríamos dividirla como «dai-dai» , esto no sería nada más que un juego de palabras ( un «Goroawase «) ya que fonéticamente se pronuncia «dai-dai» y se traduciría como : «generación – generación» ( dai dai : 代々), dando a entender que la familia perdure una generación tras otra. De igual manera se hace con los otros objetos.
Los dos «mochi» apilados uno sobre otro representan el sol y la luna, también simbolizan las dos fuerzas opuestas que a su vez se complementan (el yin y el yang), aunque también hay quienes lo atribuyen al significado de «hombre y mujer». Por otro lado la forma redonda de los «mochi» estarían simbolizando el alma, un concepto muy curioso que se suele tener en Japón; mientras que el «gohei» es una decoración de papel en forma de zig-zag que acompaña a esta ofrenda. Se dice que su forma representa los truenos y no es un simple decorado ya que también tiene una finalidad. Según la tradición, estas tiras de papel sirven para expulsar las energías negativas, a los malos espíritus y ayudar a la purificación.
Una vez recibido el año, el día 11 de enero (u otros días de enero dependiendo de la zona ) se inicia el «kagami biraki” ( 鏡開き) o apertura del espejo. Al haber dejado más de una semana el mochi, este ha endurecido y se debe romper con la mano o martillo, pero nunca cortar con cuchillo; por superstición se dice que usar cuchillo cortaría relaciones.
Conociendo un poco más sobre el » kagamimochi» y siguiendo algunos de estos pasos, es probable que «Toshigami» (el dios del año nuevo ) nos traiga un año nuevo lleno de prosperidad y esta vez por partida doble.
Por: Luis Guillermo Shimabukuro