Embarazo: Mujeres sin temor vs mujeres con temor

Uno de los temores más frecuentes observados en las mujeres que están embarazadas por primera vez, significativamente es el temor al parto. Durante mi labor profesional, observé de manera habitual el miedo al dolor durante la labor del parto. Cuando tenía la oportunidad de conversar con ellas, podía darme cuenta que ese miedo tenía un origen, en ocasiones provocado por las historias «literalmente” de terror que les habían contado sus madres, algún familiar o sus amistades que habían pasado por experiencias no tan gratas e inclusive traumáticas.

Sin embargo, estas experiencias se potenciaban por la ausencia de educación y calidez recibida en sus atenciones pre natales; es por ello que me atrevo a afirmar: «Que una mujer educada”, es una mujer que se liberará de muchos temores y mitos que generalmente se apoderan del dominio de nuestro desenlace natural, como es el traer al mundo el fruto de nuestras entrañas.

El sentirse indefensa, sola y enfrentar esta experiencia sin apoyo emocional, se puede convertir en una experiencia desagradable, que incrementa el miedo y el sufrimiento frente a este evento natural, que por el contrario debería desarrollarse de una manera mágica, armoniosa y llena de expectativas positivas por la llegada de nuestro bebe.

Hoy en día se está trabajando a nivel mundial por la educación pre natal, con el fin de calmar y disminuir la ansiedad frente al desarrollo del trabajo de parto, como un proceso natural y fisiológico, que durante la evolución de la humanidad se desarrolló en nuestra cultura humana, viéndose hoy en día afectado por la tecnología y el avance de la ciencia, en aspectos emocionales que al contrario de contribuir con el desarrollo de este proceso natural, se convirtieron en factores conductores del miedo, por la información recibida a través de los medios de comunicación e internet, los cuales tienen una influencia tóxica porque mitológicamente lo combinamos con el miedo a la muerte, falta de control de la situación, a  lo desconocido, al mandato bíblico ancestral «parirás tus hijos con dolor”, y otras situaciones aprendidas a través de estos medios comunicativos o informativos que nos sentencian al temor.

¿Estos temores pueden afectar nuestro estado de salud?

Claramente estos temores emocionales afectan significativamente la salud de la mujer, inclusive antes del desarrollo del parto y después de este, viéndose reflejados en el incremento del dolor, prolongando los periodos de dilatación, cambios fisiológicos como el incremento del metabolismo celular, aumentando la presión arterial, la adrenalina, la glucosa en sangre, la actividad cerebral, la coagulación sanguínea el sistema inmunológico y muchas otras más que pueden desencadenar complicaciones graves que ponen en riesgo la vida de la madre y su bebé.

Pero, así como se pueden afectar, también se pueden vencer estos temores no solo fisiológicamente sino mentalmente, con la base del saber que nos darán la luz del control de la situación y así disminuir el umbral del miedo al parto.

Mentalizar al proceso del parto como un proceso fisiológico y natural, acompañado de un ritmo de respiración y visualizaciones positivas serán más que el motivo suficiente para el buen desarrollo de un parto feliz y un bebe saludable.

Por:

Ethel Yamamoto

Cop 18746

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