Bienvenidos a nuestra revista con alegría y gratitud, que es lo que yo siento cada vez que tengo la oportunidad de dirigirles unas palabras.
Hoy quiero regalarte una frase que me gusta mucho decir: “Hagamos un buen día”.
¿Qué quiere decir esto?
Todos, absolutamente todos mientras estamos vivos estamos expuestos a cambios, y aún en un sólo día tenemos altibajos y si es “bajos” a veces no sabemos qué hacer con esa pesadez emocional. Cuando nuestros pensamientos y emociones no son gestionados o hablados, nos secuestran y se quedan dando vueltas y vueltas en nuestra cabeza. Aprender vocabulario acerca de lo que sentimos y decirlo en voz alta es muy importante para liberarte.
A continuación, te comparto algo que a mí me funciona: primero que nada, haz tres respiraciones profundas. Aspira el aire por la nariz, retenlo, exhala por la boca y vuelve a repetirlo durante tres veces. Después pregúntate ¿Cuál es la necesidad que hay dentro de mí que no está siendo satisfecha? Expresa todo lo que sientes y si puedes dilo en voz alta. Si lo dices, lo domas.
Una frase que me gusta mucho usar es: “Justo igual que yo”o “justo igual que tú” para conectarnos con otros. Justo igual que yo, sufres, estás triste, estás alegre, te enojas y “justo igual que yo” y “justo igual que tú”, compartimos una misma humanidad, eres un ser humano y el otro también lo es, puedes darte permiso de sentir lo que sientes y aprender a ser consciente de eso que sientes para no dejarse secuestrar por los pensamientos y/o emociones.
Mi deseo y aspiración para este año desde el fondo de mi corazón es: “Hagamos un buen día”.
Nosotros tenemos una responsabilidad con nosotros mismos para estar bien. El “tener un buen día” es dejarlo a la suerte, el hacer es acción y eso podemos hacerlo nosotros mismos, el hacer depende de ti. Cada uno a su manera o aprendiendo algunas nuevas maneras que hoy me gustaría compartir.
Una de las maneras es aprender a ejercitar el “nervio vago”. Este es un nervio que nace del bulbo raquídeo e inerva la faringe, la laringe, la tráquea, los bronquios, el páncreas, el hígado y vísceras. Aumenta la actividad en las áreas que controlan el estado de ánimo. Por lo que sirve para ayudarte a tener energía y a estar más pleno y animado cuando lo ejercitas.
El nervio vago se ejercita de manera gratuita y puedes practicarlo todos los días y cuando te acuerdes:
- Realiza exhalaciones largas e inhalaciones cortas.
- Masajea tu cuerpo con pequeños golpecitos o palmaditas alrededor de todo tu cuerpo.
- Haz paseos o caminatas a lo largo del día y mira a tu alrededor, mira lo que hay fuera de ti, los árboles, las personas, el cielo, etc.
- Practica rutinas de estiramiento y meditación.
- Ve películas de risa, o algún programa que te haga sonreír y te haga carcajear hasta llorar, sencillamente ríete mucho de chistes o cuentos o de recuerdos que te hagan sonreír.
- Socializa con personas que te transmitan seguridad.
- Canta, baila, tararea, repite mantras.
- Bosteza y estírate.
- Enamorarse sería un buen estímulo. Enamórate de todo lo que haces y te gusta hacer y más enamorate de ti.
- Y, para terminar hoy solo hoy “hagamos un buen día”.
Por Dra. Irma Aráuz L. Psicóloga clínica y Doctora en Educación. E-mail: arauzirmaic@gmail.com www.facebook.com/psicologairmaarauz