El pasado 1 de abril llamó la atención un artículo periodístico que titulaba “Para el año 2531, todos seremos Sato”, lo que al instante logró que le brinde mi tiempo a la lectura completa del texto.
Hiroshi Yoshida, un docente con especialidad en economía de la Universidad de Tohoku, presentó una investigación en la cual advertía que “si en Japón siguen con la costumbre de que luego del matrimonio, el apellido de la esposa se convierte automáticamente igual que al del esposo, para el año 2531, todos llevarán el mismo apellido”, siendo Sato, ya que hoy se ubica como el más común entre los japoneses, con una población que se estima a 1 millón 830 mil.
En el top 10 del ranking le siguen, Suzuki (1 millón 769 mil), Takahashi (1 millón 383 mil), Tanaka (1 millón 312 mil), Ito (1 millón 53 mil), Watanabe (1 millón 43 mil), Yamamoto (1 millón 29 mil), Nakamura (1 millón 26 mil), Kobayashi (1 millón 10 mil), Kato (873 mil). Todos son apellidos tan comunes que sin dudas, podremos conocer a un político, artista, o incluso un amigo o vecino, con el mismo nombre.
Se resalta que la investigación es una simulación basada en estadísticas que no se hizo para difamar algún apellido, que lamentablemente en esta ocasión le recae a los Sato, sino con el fin de generar un movimiento que pueda permitir agregar la opción de mantener el apellido materno para el futuro. Bajo el proyecto “THINK Name Project” (https://think-name.jp/) se está queriendo generar un “cambio de conciencia” logrando un impacto social. Para ello, la “Asociación Asu Ni Wa” lanzó en las redes sociales el primer slogan con el hashtag “#ProblemaSato-san2531”(#2531佐藤さん問題) para crear una oportunidad de pensar en la opción de elección de apellidos para las parejas casadas.
Una vez logrado el objetivo, el profesor Yoshida, que cooperó con el estudio explica: «Simpatizaba con la idea de intentar mostrar el problema mediante números. La estimación fue calculada mecánicamente basándose en un escenario hipotético» y agrega: «Si todos se convirtieran en el Sr. Sato, tal vez tendrían que llamarse entre sí por su nombre o algún número para identificarlos. Eso no es genial. No es un mundo ideal», afirmó.
Por último, presentó el apellido menos común en Japón: 「地名」que se puede leer como China, Jimei, Chimei, y se dice que solo 10 personas llevan dicho apellido. Y dos apellidos serían los más largos, según el investigador de nombres japoneses Hiroshi Morioka, siendo de cinco caracteres: 「左衛門三郎」que se lee “Saemonsaburou” y「勘解由小路」que sería “Kadenokouji”.
Conocer a personas con estos apellidos será como haberse ganado una lotería, por la rareza del caso. Comencemos con la aventura para identificarlos dentro de la sociedad.
Por Álvaro Ito
