En marzo se celebran las ceremonias de graduación en todos los colegios de Japón. En estas ceremonias los alumnos que van a graduarse cantan, además del himno nacional y canción de la escuela, algunas canciones de graduación llamadas “sotsugyo song”. Las canciones más representativas son “Aogeba Totoshi” y “Hotaru no Hikari”, que se han cantado desde las eras Meiji y Showa. Sin embargo, actualmente se cantan rara vez, ya que otras canciones han tomado su lugar. ¿Por qué ya no se cantan en las ceremonias de graduación estas dos canciones?
Una de las razones es que la letra de la canción «Aogeba Totoshi» está escrita en un estilo literario que contiene muchas palabras antiguas difíciles de entender, especialmente para los niños de la escuela primaria que aún no han estudiado el japonés antiguo. Otra de las razones es que se trata de una canción que glorifica a los maestros, un concepto que ya no está dentro del pensamiento actual.
Hoy en día es cada vez más común que los alumnos tengan la libertad de elegir las canciones que quieren cantar en las ceremonias de graduación. Algunas son canciones de grupos musicales populares entre los jóvenes y otras son canciones que expresan claramente el sentimiento de los alumnos que van a graduarse.
Se piensa que la tendencia de cantar canciones populosas en las ceremonias de graduación fue creada por «Okuru Kotoba», lanzada en 1979. Es una canción temática de una serie que se trata de la vida escolar y alcanzó altos índices de audiencia llegando casi al 40% de la población.
Los que se graduaron de los colegios de Japón recuerdan bien las canciones que cantaron en las ceremonias de graduación, se preguntan entre amigos qué canción cantaron y se sorprenden con las canciones que actualmente cantan sus hijos en sus ceremonias de graduación. Se podrá decir que estas canciones forman parte de los recuerdos importantes momentos de su vida escolar. Definitivamente, las “sotsugyo song” hacen las ceremonias más bonitas e inolvidables, algo que no cambiado desde las épocas en que se cantaba «Aogeba Totoshi» y «Hotaru no Hikari».
Por Sanami Takahashi