Shinrin-yoku: una práctica japonesa para aliviar el estrés

shinrin yoku meditacion en el bosque
Fuente de imagen: Medihiking

No es ningún secreto que el estrés es el mayor problema de salud del siglo XXI, y causa de muchísimas otras enfermedades. Por esta razón, se hace cada vez más necesario encontrar la forma de poder lidiar con este, siendo el ‘shinrin-yoku’ una de las más conocidas alternativas japonesas para poder lograrlo.

El shinrin-yoku, o el caminar a lo largo de los bosques en silencio, no es en sí misma una práctica japonesa ancestral. Recién popularizada en la década de los ochenta, con una herencia —esa sí ancestral— de mirar la naturaleza en silencio, como una forma de meditación activa.

Actualmente, quizás resulte más común ver tanto a japoneses como inmigrantes, aquejados por la hiper-tensión, el estrés y las exigencias de las grandes ciudades, inmersos en los diferentes bosques a disposición de cada ciudad.

Incluso a pesar del tráfico y las jornadas laborales que parecen no terminar nunca, la gran mayoría de personas en Japón toma un espacio de su semana para guardar silencio en medio de las áreas verdes.

La idea del shinrin-yoku no es otra que ir al bosque a caminar. En perfecto silencio, se arman grupos pequeños —o se hace un viaje en solitario— para tener una inmersión forestal absoluta. Los cinco sentidos se tienen que conmover por la naturaleza y hacerse uno solo con la persona, mientras esta recorre los senderos frondosos por su cuenta, o con otros cuántos más.

El plan para implementar el shinrin-yoku como una medida de prevención para la salud mental vino de la Agencia Forestal de Japón en la década de los ochenta. Hacia finales del siglo XX, sin embargo, la “Terapia del Bosque”, como también se le denomina al shinrin-yoku, ya era ampliamente practicada en todo el país. Tanto así, que cada vez más espacios verdes y parques nacionales se sumaban a certificarse como un centro oficial.

En la actualidad, la Shinrin Therapy Society—instituida por la Agencia Forestal de Japón— considera que más de 65 espacios verdes en el país son aptos para que la gente los visite para su práctica de shinrin-yoku personal.

Sin embargo, no todos los centros oficiales certificados para shinrin-yoku son turísticos. La gran mayoría, por el contrario, están integrados a las grandes ciudades japonesas. Según un estudio conducido por Office of Disease Prevention and Health Promotion, bastan 2 horas en la naturaleza para recibir los beneficios cognitivos y emocionales del bosque.

Originalmente, la idea era diseñar una alternativa de salud mental accesible para la mayor cantidad de gente posible. Pero hoy en día, el shinrin-yoku conserva esa premisa inamovible: es gratis, y no requiere de nada más que una «mente abierta», según la describe la periodista del bienestar Annette Lavrijsen. Hay quienes, ocasionalmente, se llevan un libro. Los demás prefieren caminar en silencio.

Comunidad Latin-a incorporemos esta práctica japonesa y no descuidemos nuestra salud mental y equilibrio emocional que es el motor de nuestra vida para poder salir adelante.

Por: Adrián Marcos García
Comunicador Audiovisual de la Pontificia Universidad Católica del Perú
E-mail: amarcos1771@gmail.com

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