El pasado 18 de noviembre se llevó a cabo la proyección del documental “Yonsei” y un conversatorio sobre la situación de los descendientes japoneses en Perú y Japón. El evento fue organizado por la PhD Monserrat Sanz, vicepresidenta de la Facultad de Estudios Extranjeros de la Universidad de Estudios Extranjeros de la Ciudad de Kobe (神戸市外国語大学) y contó con la participación de Harumi López Higa, cineasta peruana nikkei reconocida en diversos festivales internacionales y actual estudiante de posgrado en la Universidad de Artes de Kyoto. También estuvo presente Roxana Oshiro, directora de Ippan Shadan Houjin Hyogo Latin Community, de la revista Latin-a y miembro del directorio de la radio comunitaria FMYY.
El evento inició con la proyección del cortometraje “Yonsei”, que narra la historia de la cineasta Harumi López Higa a través de las experiencias de cuatro generaciones de su familia: su bisabuela, su abuela, su madre y ella misma, representando a los yonsei. La obra describe, de manera íntima, cómo se han tejido los lazos culturales e identitarios desde la primera generación (issei) hasta la cuarta, mostrando las complejidades y transformaciones a lo largo del tiempo.
Tras la proyección, López Higa ofreció una explicación detallada de las diferentes generaciones de la comunidad nikkei, contextualizándolas con datos históricos. Comenzó con los issei, los primeros inmigrantes japoneses que llegaron a Perú en 1899 a bordo de la embarcación Sakura Maru, trayendo consigo sueños y esperanzas de una nueva vida en Latinoamérica. La primera migración masiva estuvo compuesta por 790 japoneses , marcando el inicio de una historia compartida entre ambos países.
Luego, habló sobre los nissei (segunda generación), quienes enfrentaron grandes desafíos debido a la inestabilidad global causada por la Segunda Guerra Mundial y el movimiento anti-japonés en Perú. A pesar de las adversidades, la comunidad nikkei logró resistir y contribuir al desarrollo del país. La narrativa avanzó hacia la tercera generación (sansei), donde los matrimonios mixtos comenzaron a ser más comunes, marcando un cambio en la composición cultural y social de la comunidad. Finalmente, destacó a los yonsei, quienes enfrentan nuevos retos, como mantener vivas las tradiciones mientras se adaptan a una sociedad globalizada y multicultural.
El evento continuó con un conversatorio liderado por Roxana Oshiro, quien compartió sus experiencias como dekasegi (trabajadora emigrante en Japón) durante la década de 1990. A través de su relato, se abordaron problemáticas vigentes como las barreras del idioma, el choque cultural y las dificultades de integración que enfrentan los emigrantes latinos en Japón. Oshiro enfatizó la importancia de generar espacios de apoyo comunitario para superar estas dificultades.
El evento contó con la asistencia de mas de 100 estudiantes del curso de español de dicha universidad, quienes aprendieron sobre la historia de la inmigración japonesa a Perú y sus repercusiones, incluyendo la segunda ola migratoria hacia Japón. Durante la sesión de preguntas, se resaltó la relevancia de las personas bilingües (japonés-español) como puentes clave para fortalecer las relaciones entre ambos países. Se destacó que, aunque Perú y Japón están conectados por una larga historia migratoria y comunidades nikkei, uno de los mayores desafíos es superar las barreras lingüísticas que limitan el desarrollo pleno de estas relaciones.
La proyección de “Yonsei” no solo relata la historia de cuatro generaciones de una familia nikkei, sino que también refleja una lucha constante por preservar la identidad y superar tiempos difíciles. A través de su narrativa, se visibiliza la resiliencia de la comunidad nikkei en Perú y Japón, así como los desafíos actuales para fomentar la integración.
Queda mucho por hacer para fortalecer los vínculos culturales y sociales entre peruanos y japoneses, especialmente en áreas como la educación y el reconocimiento mutuo. Es vital seguir promoviendo actividades como esta, que generan diálogos interculturales y permiten reflexionar sobre cómo construir un futuro más inclusivo y conectado para ambas sociedades.
Por Satoshi Waku Beca Simpatizante Nikkei - JICA Correo: eswc500@gmail.com Instagram: @satoshi.waku