En Japón el nuevo año fiscal empieza a partir del mes de abril. Se dan lugar ceremonias de entrada bajo las cerezas en flor. Muchas familias se toman fotos junto al cartel que colocan en la puerta del colegio que dice “入学式 (nyugakushiki)”, que significa ceremonia de ingreso. Prácticamente, ese es el primer día en que los niños que entran en la escuela primaria llevan el randosel (ランドセル), un tipo de mochila que utilizan los alumnos de la escuela primaria para ir al colegio. Esta mochila está diseñada para aliviar el peso que recae sobre los hombros y la espalda, pues, aunque sean pequeños, tienen que llevar y traer varios libros. Además, es muy fuerte que pueden usarla hasta graduarse, o sea, durante los seis años.
Un randosel cuesta unos 40,000 yenes y hay algunos más caros. No podemos decir que es barato, pero si consideramos sus ventajas merece la pena comprárselo a los niños. Esta mochila tiene muchas funciones favorables para los alumnos que van a la escuela primaria, por ejemplo, en el lado derecho tiene un bolsillo para guardar la flauta que utilizan para la clase de música. En el lado izquierdo tiene un gancho metálico del cual pueden colgar el kyusyoku bukuro, la bolsilla del almuerzo escolar que contiene los palillos (ohashi) y una servilleta de tela.
El origen del randosel se remonta a los finales de la era Edo. En ese período se importó una mochila llamada ransel desde Holanda, que luego se empezó a decir senou. Los militares utilizaban esta mochila.
La escuela que por primera vez empezó a utilizar esta mochila para ir a la escuela es Gakusyuin, una escuela ubicada en Tokio. Al principio, dependiendo del entorno familiar las formas de ir a la escuela eran distintas; algunos iban en carruaje, otros le dejaban el equipaje a su sirviente. Frente a esta situación, la escuela dijo: en la escuela todos son iguales y no deben llevar el entorno familiar al lugar de educación, por lo tanto, los propios alumnos deben traer los materiales escolares. Ocho años después prohibió tales cosas a sus alumnos.
Entonces, se adoptó senou, que utilizaban los militares por su característica de que se sujeta bien a la espalda y pueden usar ambas manos libremente. Esta bolsa se llamaba randosel derivado del holandés «ransel». El senou era una mochila de tela y no era tan fuerte, pero al convertirse en el randosel tomó la forma de caja y era fuerte como el de hoy. Desde entonces, sus forma y dimensión básicas son las mismas desde hace más de cien años.
Aunque su forma se ha cambiado poco, hay una diferencia muy grande. Hasta hace más de veinte años los niños varones llevaban el randosel negro y las niñas llevaban el rojo. Sin embrago, en los últimos años el randosel de casi todos los colores como el azul claro, el rosa, el amarillo o el verde están disponibles en las tiendas. Según un dato, actualmente el número de las niñas que tienen el randosel de color rojo no alcanza la mitad. Por eso, dejen a los niños elegir el color que les guste. Hay algunos colores que pueden llevar los niños de ambos sexos. El color marrón, por ejemplo, es un color que los niños y las niñas pueden llevar sin llamar la atención.
Por Sanami Takahashi
