Hoy en día es muy común ver cientos de programas de telerrealidad o “reality shows”. Un género televisivo que tuvo su estallido de popularidad a fines de los años 90’ e inicios del nuevo milenio. No hay persona en el mundo que alguna vez haya vibrado de emoción con programas de este tipo como “La Voz”, “Survivor”, “Gran Hermano”, entre otros.
Japón, por supuesto, no fue ajeno al furor de este género televisivo. En el año 1998, llegó a las pantallas japonesas un programa llamado “Susunu! Denpa Shonen”. Un reality show que fue transmitido por Nippon TV, donde los participantes realizaban diversas pruebas para obtener un importante premio: 1 millón de yenes.
Dentro del programa había un segmento conocido como ‘Denpa Shonen teki Kensho Seikatsu’. El concursante más resaltante fue Tomoaki Hamatsu, más conocido como Nasubi. Un comediante que después de un sorteo ganó el derecho a formar parte del programa sin saber que su vida iba a cambiar para siempre.
Con tan solo 22 años, fue trasladado hasta el lugar donde se realizaría el programa en medio del invierno japonés. Por supuesto, toda esta experiencia sería registrada por televisión.
Durante su encierro y aislamiento, en una reducida habitación de doce metros cuadrados, el joven Nasubi tuvo que vivir sin ropa y en situaciones extremas. Quedándose solo con un bolígrafo, algunas postales en blanco, un teléfono y un estante lleno de revistas.
El objetivo de este reality show japonés era ver si un ser humano podía sobrevivir sólo con los premios que debía ganar haciendo pruebas o por sorteo.
Cada semana, durante los 15 meses que estuvo encerrado, se mostraron actualizaciones del estado de Tomoaki Hamatsu en el programa “Susunu! Denpa Shonen”.
Evidentemente, la fama de Nasubi creció con el pasar de las semanas convirtiéndose rápidamente en una celebridad televisiva japonesa sin siquiera él saberlo.
El comediante no solo soportó las condiciones extremas de este reality show, también probó su poder mental al sobrellevar la soledad, el aburrimiento y aislamiento durante casi un año.
La puerta de la habitación donde estuvo Hamatsu nunca estuvo cerrada con llave y, en teoría, a Nasubi se le permitía salir cuando quisiera. Entonces, ¿por qué no lo hizo?
«Creo que hay muchas razones. Una es que es muy estoico, y eso se debe a su lugar de origen, Fukushima, y a sus padres, que eran muy estrictos», dice Clair Titley, directora del documental The Contestant, película que ha revivido este 2024 la fama de Nasubi y su increíble historia en el reality.
«También es una persona muy leal. No quería meterse en problemas, y era muy joven e ingenuo. Todavía es increíblemente confiado ahora. Y también está ese espíritu samurái japonés de ‘prevaleceré y aguantaré'», agrega Titley.
Tras el estreno de la película The Contestant, los críticos internacionales de cine han quedado fascinados como impactados por la historia de resiliencia de Nasubi.
«Una crónica de un fenómeno mediático, un hito de los reality shows y una pesadilla psicológica presentada como entretenimiento, es el tipo de documental en el que eres consciente de que lo que estás presenciando es 100% cierto, y aún no puedes creer lo que estás viendo», señala David Fear, de la revista Rolling Stone.
Tras ganar el reality y ser liberado, Hamatsu declaró que “Cuando la gente le pregunta si se arrepiente, siempre dice que, aunque no querría volver a hacerlo, no sería la persona que es ahora si no hubiera participado”.
Actualmente, Nasubi ha mostrado sus esfuerzos por utilizar su nueva fama para buenas causas, proporcionándole finalmente una sensación de plenitud.
Por: Adrián Marcos García Comunicador Audiovisual de la Pontificia Universidad Católica del Perú E-mail: amarcos1771@gmail.com