¿Qué es lo que nos lleva a enfermarnos y a la destrucción de nuestro cuerpo?
Lo que nos enferma son las pautas de conductas negativas o virus del pensamiento como el resentimiento, la culpabilidad, la crítica y el temor al futuro que sin darnos cuenta nos invaden muchas veces en nuestro día a día.
¿Cuál sería la solución?
El amor sería la clave para tener una buena relación contigo mismo y con los demás. Pero, ¿Si no me conozco cómo puedo amarme? ¿Si no me conocen los demás cómo pueden amarme?
Primero tengo que aprender a darme un buen trato a mí mismo, a ser más compasivo conmigo mismo dejando a un lado la autocrítica, la culpabilidad, el resentimiento y los miedos que me rodean. Debo aprender a ser más amoroso conmigo mismo practicando el amor bondadoso de corazón hacia mi propia persona. Y, una vez que haya aprendido a quererme, podré querer a los demás de una manera más sana. Entre muchas técnicas hoy te recomiendo dar y darte algunas caricias positivas.
Erick Berne fue el padre de un modelo de personalidad llamado Análisis Transaccional. Berne destacó que todas las personas tenemos tres estados del yo: el padre, el adulto y el niño.
Berne señala también que todas las personas tenemos hambre de caricias. Hay caricias positivas y negativas.
Las caricias positivas: son un beso, una sonrisa, una mirada tierna, una llamada telefónica, o frases como “te quiero”, “qué alegría me da verte”, “me alegra que hayas venido”, “me gusta tu trabajo”, “la comida está deliciosa”, “tu carta me encantó”, “gracias”, “disculpa que no te haya llamado”, “tu blusa está preciosa”, “el color de tus ojos es muy lindo”; y todas aquellas frases que te hagan sentir bien cuando las digas desde el corazón y aquellas que te alegra escuchar también.
Las caricias negativas: son el lado opuesto, son palos psicológicos tales como una bofetada, un pellizco, un grito, una mirada de odio, o frases tales como “eres terrible”, “solo me causas problemas”. Las palabras de autocrítica son palos también y debes aprender a ser consciente cuando hablas y te refieres a ti.
En todo momento la autoexpresión de sentimientos positivos nos hace sentir bien, sencillamente porque es agradable el trato, pero también la expresión de esos sentimientos hace sentir bien a los demás. Las caricias negativas no las recibas ni las des a nadie por favor.
Si escuchas alguna vez un “eres…” más una frase negativa, estás frente a un palo y eso es falso. Rechaza los palos psicológicos con amabilidad. Si alguien te grita márchate con calma y di “cuando realmente quieras hablar, avísame”. Siempre es posible rechazar el palo si encuentras la respuesta apropiada. Al ir aprendiendo a quererte, aprenderás a utilizar los cuatro tesoros para levantar tu autoestima: Tiempo para ti mismo, Información para tu aprendizaje, Bienes Materiales, comprar lo que te gusta y te mereces sin exagerar y el más importante Amor a ti mismo.
Las auto verbalizaciones tienen el poder de hacerte sentir bien (el halago, el respeto) o sentirte mal (el castigo, la burla, el menosprecio).
Si te dices: “soy capaz, me lo merezco, me amo, puedo, confío en mí” te estás autoelogiando.
Si te dices: “soy de lo peor”, “soy muy malo”. Te estás autodestruyendo.
En resumen, el autoelogio tiene ventajas: es rápido, económico y se puede aplicar siempre y en cualquier momento. No se ve, pero se siente, no es criticable, es de uso personal y no se desgasta. Además, es el camino para quererte a ti mismo y para querer a los demás. ¡Ámate y empieza ya!
Por Dra. Irma Aráuz L. Psicóloga clínica y Doctora en Educación E-mail: arauzirmaic@gmail.com www.facebook.com/psicologairmaarauz