Los videojuegos en la vida de nuestros hijos

En días pasados tuve la primera reunión de este nuevo año escolar en la escuela primaria de mi hijo. Asistimos los padres para presenciar las clases y después se realizó la reunión para conocer al nuevo maestro y a los padres de los niños de la clase, en esta reunión no participan los alumnos.

Durante la presentación cada padre saluda y habla sobre los gustos o carácter de su hijo o hija. Observé que la mayoría de las madres dijo que la afición o pasatiempo de sus hijos era los videojuegos o juegos en línea. Cabe mencionar que esta actividad se dejó de realizar en estos últimos tres años de pandemia, y lo que me sorprendió fue ver el gran cambio en las actividades de los niños debido a la influencia del Internet y los diversos video juegos online; y sobre todo lo natural que se ha vuelto este hecho para algunos padres de familia. Aún recuerdo la última vez que fui a la reunión de mi hija mayor que fue antes de la pandemia, muchas madres manifestaban su preocupación por las horas que sus hijos invertían en los videojuegos y juegos online; sin embargo, en esta ocasión pude sentir como que para algunos padres es como si estas actividades se hubieran convertido en un deporte mental, ¡Que cambios trajo el encierro y el temor al contagio, y el mantener a los chicos en casa con estos juegos fue uno de ellos!

Recuerdo que durante estas reuniones en la época en la que estudiaron mis hijos mayores, las madres nos presentábamos y decíamos que a nuestros hijos les gustaba el deporte, leer comics o ver dibujos en la TV. Recuerdo que todas las madres nos quejábamos porque los chicos ni bien llegaban a casa, tiraban la mochila y corrían al parque a jugar con sus amigos.

Pero esta vez, sentí un gran cambio, las madres solo hablaron de los «games», es decir los juegos de Nintendo o los juegos online que sus hijos juegan, y cuando coincidían en el nombre de algún juego, entre ellas se decían «Yoroshiku onegaishimasu»; es decir se invitaban compartir dicha actividad. Durante la reunión pude ver que sólo tres niños de la clase practican béisbol motivados por la liga que se realizó este año y en la cual Japón salió victorioso; y pensar que en épocas pasadas la mayoría de los niños lo practicaba.

Al ver y escuchar este escenario recordé un artículo que leí hace poco escrito por un psicólogo «La conducta/emoción generada por los juegos», estudio que se centra en explicar cómo los juegos influyen en los jugadores y en la sociedad.

Uno de los problemas que actualmente viene sufriendo el mundo es la ansiedad, cambios emocionales y el cual tenía como principal manipulador el uso del “Cerebro tecnológico» (los celulares, internet); sin duda vivimos en una era tecnológica.

Algunos psicólogos han visto que hay video juegos que mejoran el aprendizaje y las habilidades sociales, fortalecen habilidades cognitivas, como el razonamiento, la memoria y la percepción. Actualmente hay un amplio y variado catálogo de videojuegos y existen muchas temáticas educativas, incluso fomentan el aprendizaje autodidacto. Sin embargo, no cabe duda de que hay muchos video juegos que son peligros para nuestros niños y adolescentes, ya que generan una serie de efectos negativos a nivel emocional tales como ansiedad, conductas obsesivas, irritabilidad, depresión, ansiedad, problemas de sueño, TDAH, adicción a videojuegos. Además de problemas de visión, lesiones musculares o en tendones, entre otros. Pero no solamente es un problema de conductas y emociones, sino que también puede desencadenar una vida sedentaria que conlleve al consumo de snack y dulces causando sobrepeso. Es decir, los vídeos juegos no solo pueden atacar la salud emocional de grandes y chicos, sino también la salud física ya que su adicción causa sedentarismo lo cual generará enfermedades.

Creo que como padres nos corresponde velar por la seguridad de nuestros hijos, motivándoles y enseñándoles a saber elegir y equilibrar su tiempo entre los video juegos y otras actividades.

 

Una madre latina en Japón

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