Construida en 1957 y terminada un año después, es considerada como el símbolo de la ciudad de Tokyo, una gran torre que por su imponente tamaño roba las miradas de los transeúntes y se ha convertido en un lugar turístico muy visitado.
Se cuenta que su construcción tuvo como objetivo centrar en una sola y enorme antena las transmisiones de señales tanto de televisión como de radio para así evitar que las calles se llenen de antenas por cada estación de esa zona, pero en el año 2011 con la modernidad tras el cambio de señal de la análoga a la digital, surgió el problema que la torre de Tokyo no era lo suficientemente alta como para cumplir con su propósito, de manera que se construyó a su torre hermana la ahora conocida Tokyo Sky Tree, aun así, la torre de Tokyo sigue siendo utilizada para otros objetivos.
La Torre de Tokyo abrió sus puertas al público en el 1958 (Showa año 33), un 23 de diciembre, y según cuentan, esta fecha no es nada casual pues hace honor al nacimiento del actual emperador Akihito, quien nació el 23 de diciembre de 1933. Además se debe tomar en cuenta que la torre es en sí un monumento al poder y que levanta un rostro ante Occidente, por ello también la similitud con la torre Eiffel de Francia y donde sus medidas de 333 metros ha sido objeto de rumores urbanos, pues es una cifra numérica muy simbólica a la cual relacionan con la fraternidad de los Masones.
Para su construcción se utilizó también acero proveniente de los tanques estadounidenses caídos durante la guerra, por ello, esto da origen a otro peculiar rumor urbano que narra que si colocas el oído pegado a la torre, podrás oír los lamentos de los soldados y sonidos de disparos; algo un poco descabellado visto desde la lógica pero que le añade un poco de «romanticismo macabro» a la torre; y si de romanticismo real se trata, esta torre al parecer también guarda sus secretos y sus creencias románticas.
Como es sabido, durante la noche, la torre de Tokyo es vestida de luces, un espectáculo que forma parte de su atractivo, cada color encierra un mensaje los cuales hacen referencia a las estaciones del año, a la paz, a los deseos, a la felicidad, homenajean algunas veces a la tierra, a la naturaleza, eventos,etc; y si tenemos algo de suerte, podremos observar aquellas iluminaciones que se realizan solo una vez (por algún motivo especial). Según cuentan los más soñadores entre sus supersticiones y rumores, que si una pareja de novios observa las luces de la torre apagarse (a la medianoche), su relación durará por la eternidad.
Otro rumor surge a raíz del monte Fuji, volcán símbolo de Japón considerado morada de una deidad. Se dice que como no se puede apreciar el Fuji desde la capital (Tokyo) debido a la gran cantidad de enormes edificios que se han levantado con el tiempo, esa «necesidad» de ver al Fuji se puede satisfacer desde el mirador de la torre de Tokyo. Cabe añadir que esta torre fue construida en un lugar especial, no solo por el hecho de ser un punto apropiado para emitir señales de radio y televisión, sino también porque está en una zona considerada como «zona de poder», algo que los japoneses consideran mucho al momento de levantar construcciones con carácter sagrado.
Por otro lado resulta muy útil a la hora de recorrer las calles de Tokyo, pues dicen los turistas que sirve como referencia a la hora de orientarse ya que cerca a la torre se encuentran lugares muy conocidos y frecuentados por turistas y lugareños.
Un símbolo de una ciudad, un monumento al poder, un lugar turístico y sobre todo, un icono que encierra muchos secretos tras su historia y del que se crean muchas leyendas y rumores urbanos que añaden un poco más de magia a su imagen.
Por: Luis Guillermo Shimabukuro