Antes de hablar específicamente de los aspectos de la salud a los que se deben enfrentar los peruanos residentes en este archipiélago, considero importante explicar brevemente cómo funciona la seguridad social en Japón. El Sistema Nacional de la Seguridad Social (hoken) va a permitir que todos los residentes (sean extranjeros, estudiantes, trabajadores o amas de casa) de este país, puedan tener acceso igualitario a las prestaciones de salud, en cualquier hospital, clínica o consultorio, sea del estado o de entidades privadas. En todos los casos los beneficiarios están obligados a un pago máximo del 30% por las prestaciones recibidas, incluidos medicamentos, operaciones y tratamientos de rehabilitación.
Todas las prestaciones de salud, desde una consulta médica hasta una operación complicada, se encuentran comprendidas bajo un sistema de puntuación, que se aplica en forma uniforme en todo Japón, y facilita y equipara así el importe a pagar por el paciente, sin importar el lugar de atención. De esta manera todos los pacientes pueden recibir la misma calidad de atención al mismo precio, y lo que es mejor, nadie se queda sin atención médica. En caso de atenciones médicas realizadas fuera del territorio japonés, la solicitud con los certificados y facturas correspondientes traducidos al idioma japonés, deben ser presentados para su aprobación y reembolsos correspondientes.
La medicina humana en el Perú tiene una formación académica-asistencial definitivamente de mayor contacto con el paciente en la etapa formativa, mientras que en Japón, la medicina va más ligada a la investigación, al estudio tecnológico y la formación de investigadores médicos. Últimamente, esta perspectiva está cambiando en Japón, así, la formación médica requiere obligatoriamente para los recién graduados, el sistema de internado médico de hasta dos años, lo que se equipara en cierta forma con la instrucción de la práctica médica recibida en el Perú. Al sistema educativo peruano le falta impulsar más el desarrollo de la investigación durante la etapa formativa del médico-cirujano.
Es importante señalar que los médicos japoneses han sido formados en este país, con todas las virtudes y defectos de esta sociedad, por lo tanto no debemos pretender encontrar en la consulta a un médico japonés que sea diferente y que además nos hable durante la consulta en español o nos trate con la comprensión que encontraríamos en un galeno peruano.
También es necesario mencionar que por deficiencias en nuestra formación, desconocemos muchos aspectos relacionados con nuestra salud y con el funcionamiento de nuestro organismo, aspectos que no son secretos y que tenemos la obligación de conocer. Es cierto que es función de los profesionales de la salud educar a la población en los temas relacionados con la salud, pero también es cierto que los peruanos debemos preocuparnos por aprender y cuidarla, y no solo interesarnos en ella cuando presentamos síntomas. Todas las enfermedades tienen además de las medidas curativas, medidas preventivas que debemos conocer.
La sociedad japonesa ha hecho de los médicos una élite, y esto es tan antiguo como la primera escuela de medicina de Japón que se funda en Nagasaki en 1857. Para esta sociedad, los médicos siempre han sido considerados «infalibles”, razón suficiente para que el paciente japonés espere en silencio las indicaciones del médico, sin hacer casi ninguna pregunta.
Cuando un migrante peruano enferma, tiene que acudir a la consulta sin un dominio del idioma japonés y de la terminología médica (que de por si ya es difícil de entender en español), y se crea en la consulta médica un ambiente difícil para ambas partes, ya que el médico no está acostumbrado a dar muchas explicaciones y el migrante peruano, por limitaciones con el idioma, no puede preguntar todo lo que desea.
Los médicos japoneses, tradicionalmente, recibieron su formación en base a la escuela médica alemana y utilizan hasta ahora durante la consulta, terminología germana, pero las nuevas generaciones de médicos están cambiando al inglés, por lo menos en las investigaciones y publicaciones, y se podría decir que es el segundo idioma oficial en el quehacer diario de los hospitales universitarios. Por supuesto que el idioma japonés es el que más se maneja en todos los servicios de salud, pero casi todos los galenos japoneses, pueden leer y escribir inglés en un nivel básico y científico.
Además, con los años de bienestar económico en Japón, los hospitales no solamente se han visto favorecidos con moderna tecnología aplicada a la ciencia médica, sino que los médicos japoneses participan mucho más en congresos internacionales, realizan investigaciones en universidades de EE.UU. y Europa, y actualmente están en mayor contacto con el mundo occidental.
Finalmente, solo recordar que somos nosotros los que hemos venido a trabajar en Japón, y somos nosotros los que debemos aunar esfuerzos y contar nuestras experiencias para tratar de plantear soluciones en bien de nuestra comunidad en Japón.
Por: Raúl Ortega, M.D., Ph.D. Medicina Reproductiva E-mail: inkamed@yahoo.com