La nutrición una de las claves para combatir el estrés

Los malos hábitos alimenticios pueden conducir a un círculo vicioso de comidas chatarras que tienen un exceso de azúcares, grasas saturadas y harinas refinadas, provocando con el tiempo depresión y mala salud. Dietas saludables son importantes. La salud es un factor primordial desde el punto de vista nutricional, psíquico y mental. Las personas necesitan cuerpos sanos para iniciar el proceso de reconstrucción y de nuevos cambios para la vida.

Cuando la gente experimenta un aumento de estrés, puede que no se tomen el tiempo suficiente para planear sus comidas, duermen menos y por lo tanto tienen bajos niveles de energía. Esto conlleva muchas veces a comer cualquier cosa que se encuentren disponible y rápido, resultando frecuentemente en selecciones de comidas pobres como: pasteles, chocolates, gaseosas, hamburguesas, papas fritas, bocadillos de altas calorías y grasas, mejor dicho comidas rápidas. Estas dietas pobres en nutrientes puede llevar al sobrepeso, obesidad y desnutrición e incluso pueden ser aún más peligrosas si la gente tiene problemas de enfermedades como diabetes, colesterol, triglicéridos, problemas cardiovasculares, alta presión sanguínea, etc.

Pero hay otro grupo de personas que reaccionan frente al estrés dejando de comer, llevando a la pérdida de peso, gastritis, úlceras, anemias, dejando el sistema inmunológico desprotegido frente a otras enfermedades.

¿Qué productos hay que evitar para combatir el estrés?
Edulcorantes artificiales, conservantes y aditivos.
Gaseosas.
Azúcar blanca y productos elaborados con harinas refinadas.
Otros (chocolate, frituras, carne roja, etc.)
También es aconsejable evitar la cafeína, ya que causa depresión, nerviosismo e insomnio. De la misma forma, es recomendable evitar el consumo de alcohol, cigarrillos ya que incrementa la actividad de las glándulas adrenales e interfiere con el adecuado funcionamiento del cerebro en un nivel bioquímico. El desarrollo de buenos hábitos alimentarios que condicionan el estado nutricional del individuo constituye una medida aconsejable para la prevención del estrés.

¿Qué podemos hacer entonces?
Mantenga un plan de comidas balanceadas que consista en un desayuno abundante, almuerzo normal y cena escasa y muy ligera para no recargar mucho al estómago y así el cerebro pueda descansar y no se levante al día siguiente cansado y estresado.
Consuma frutas y vegetales al momento de seleccionar comidas ya que las mismas son ricas en fibras, tienen nutrientes esenciales y vitaminas, ellas nos protegen de las grasas y toxinas, permitiendo así una mejor circulación sanguínea y por lo tanto una mejor oxigenación en el organismo.
Aumente el consumo de agua pura; no azucaradas. El agua regula la circulación de la sangre permitiendo una mejor oxigenación, calma los nervios, nos mantiene activos, mejora la respiración, calma dolores de cabeza, ayuda a tener una buena digestión, limpia y purifica nuestro intestinos evitando el estreñimiento, de esta manera nos sentimos más relajados al evacuar.
Hagamos alguna actividad física, si fuese posible al aire libre como caminatas, bicicletear, aeróbicos, etc. Esto nos ayudará a estar más relajados y reducirá el estrés. Como dice una escritora de la salud Elena G. White: «El ejercicio aviva y regula la circulación de la sangre; pero en la ociosidad la sangre no circula con libertad, ni se efectúa su renovación, tan necesaria para la vida y la salud. La piel también se vuelve inactiva. Las impurezas no son eliminadas como podrían serlo si un ejercicio activo estimulara la circulación, mantuviera la piel en condición de salud, y llenará los pulmones con aire puro y fresco”. (Ministerio de Curación, pág. 182).
Ventilemos siempre nuestra casa o el lugar donde estemos procurando siempre tomar aire puro, nos ayudará a que el cerebro y todo nuestro cuerpo esté más oxigenado. «La influencia del aire puro y fresco hace que la sangre circule en forma saludable por el organismo. Refresca el cuerpo, y tiende a fortalecerlo y hacerlo saludable, mientras que al mismo tiempo su influencia se siente en forma definida en la mente, pues imparte cierto grado de compostura y serenidad. Excita el apetito, y hace que la digestión sea más perfecta, induciendo un sueño sano y dulce” (Consejos sobre el Régimen Alimenticio, pág. 123). Elena G .White.
Es importante tener un día de descanso en el cual pueda recrearse, salir a la naturaleza, eso le ayudará mucho.
También es importante evitar el uso de alimentos cargados de grasas y en grandes cantidades antes de dormir. El proceso digestivo durante el reposo no es adecuado e interfiere en la calidad del sueño.

Por: Yuriko Nakayo Tiznado
Licenciada en Nutrición

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