La influenza y su prevención

La mayoría de los resfriados presenta principalmente síntomas como irritación de garganta, mucosidad, estornudos y tos, entre otros, pero normalmente no llegan a afectar a todo el cuerpo; sin embargo, la influenza presenta repentinamente síntomas en todo el cuerpo tales como: más de 38 grados de fiebre, dolor de cabeza, dolor en articulaciones y músculos, etc. A estos se le suman los síntomas del resfriado común. Aunque es raro ver encefalitis agudas en niños, se debe tomar precauciones, pues se puede dar un cuadro de síntomas complejos cuando concurre con pulmonía en personas de la tercera edad o personas con deficiencia en su sistema inmunológico. Hay dos tipos de influenza: la influenza estacional y los nuevos tipos de influenza.
En Japón, la estacional se ve normalmente desde noviembre hasta abril, nadie sabe cuando aparecerá un nuevo virus que de paso a un nuevo tipo de influenza; cabe señalar que la mayoría de personas no tiene resistencia inmunitaria contra un nuevo virus, por eso se contagia fácilmente de persona a persona, pudiendo convertirse en una epidemia.
Una de las formas de prevenir la influenza es vacunándose antes de su propagación, la vacuna ayuda a proteger contra posibles complicaciones en caso de contraerla. En Japón, las vacunas están disponibles desde finales de octubre, cada año son más las personas que deciden vacunarse, es recomendable vacunarse antes que empiece el frío ya que demora en hacer efecto. Consulte con su médico de cabecera para solicitar que la vacuna.
Además como prevención les recomendamos hacer gárgaras y lavarse las manos, no solo para prevenir la influenza sino también cualquier otra enfermedad contagiosa. La resistencia inmunológica de la membrana mucosa en el interior de la garganta se debilita cuando el aire está seco y se hace más fácil contraer la influenza, por lo que es recomendable usar humificadores u otros aparatos que ayuden a mantener la humedad adecuada en ambientes secos (al 50% o 60%). Asimismo, es importante fortalecer día a día la resistencia del cuerpo a los virus durmiendo lo suficiente y llevando una dieta balanceada.
En caso de que se propague una epidemia de influenza, evite las aglomeraciones de gente siempre que le sea posible. Y en caso de sentir algún síntoma o malestar, acuda rápidamente a su centro médico para que le examinen. Póngase una máscara siempre que vaya a la consulta médica para evitar que otras personas se contagien. Después de la consulta, siga las indicaciones de su médico y haga reposo y tome suficiente agua.

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