La historia del sumo

El sumo (相撲), es un deporte tradicional que se originó a partir de competencias de fuerza, que son la expresión del instinto humano de lucha. Deportes similares a este se practicaban en todo el mundo desde la antigüedad. Se dice que el sumo es el deporte nacional de Japón y tiene profundas raíces en la cultura japonesa. Su origen es muy antiguo y se remonta a la era de la mitología.

El sumo está documentado en los libros más antiguos de Japón como Kojiki (712) y Nihon Shoki (720) que narran mitos sobre las competencias de fuerza y ​​leyendas sobre una batalla entre dos figuras legendarias Sukune y Kehaya.

Al principio, el sumo se celebraba todos los años como ritual festivo para predecir la cosecha agrícola del año. Más tarde esto se convirtió en un evento de la corte real.

En la época comprendida entre el período Kamakura y el período Sengoku, es decir, desde el final del siglo XII hasta finales del siglo XVI, el sumo se practicaba mucho como entrenamiento de combate para los samuráis. Oda Nobunaga era un gran admirador del sumo y celebró torneos públicos reuniendo a luchadores de sumo de todo el país en su Castillo Azuchi. Los ganadores servían como sus vasallos.

En el período Edo (1603-1867), aparecieron personas que practicaban el sumo como profesión. En esa época se celebraba el sumo en todo el país con el fin de recaudar donaciones para la construcción de santuarios y templos y la reparación de puentes.

Luego, salieron tres poderosos luchadores de sumo, Tanikaze, Onogawa y Raiden, y la popularidad del sumo aumentó rápidamente, estableciendo la base del Gran Sumo actual. Así, junto con el Kabuki, el sumo se convirtió en uno de los entretenimientos importantes para la gente común.

A lo largo de su larga historia, la lucha de sumo se ha ido reglamentando, refinando y estilizando gradualmente como deporte, y es una cultura tradicional única de Japón.

La técnica utilizada cuando el luchador decide ganar se llama Kimarite. Actualmente, hay 82 técnicas en total. Los ganadores del sumo no deben levantar el puño o estar orgulloso de su victoria de la misma manera que otros deportes como kendo y judo. Se puede decir que la idea del Sumo-do se deriva de la tradición japonesa del Bushi-do.

Por Sanami Takahashi

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