La campaña “Go To”: ocio en la pandemia

En medio de la pandemia del nuevo coronavirus, y paradójicamente si pensamos en el cierre de las fronteras exteriores, el gobierno japonés ha fomentado la movilidad interna con fines de ocio, lanzando una gran campaña pública que ha sumado ya dos millones de viajeros en el primer mes.

Pero como la iniciativa oficial se ha producido en un momento de aumento del número de infectados, no ha estado exenta de críticas por el temor a la difusión del virus a lo largo de todo el país, y a la aparición de clústeres de infección en áreas rurales con infraestructuras médicas inadecuadas para hacer frente al COVID-19.

En concreto, se trata de una campaña promocional bautizada de manera general con el nombre de «Go To”, y que está pensada para revitalizar las economías locales estimulando el consumo, particularmente en el sector turístico y de la restauración, ambos severamente afectados por la crisis del coronavirus. Tal iniciativa se puso en marcha el pasado 22 de julio con el programa llamado «Go To Travel” («Vamos a viajar”) —una extraña combinación de palabras inglesas, pero fácilmente reconocibles por los japoneses— haciéndolo coincidir con un largo fin de semana vacacional.

Todos pues, tanto japoneses como residentes extranjeros, hemos sido animados a participar, y a beneficiarnos de los grandes subsidios que ofrece «Go To Travel”, excepto los habitantes de Tokio, quienes inicialmente fueron excluidos debido al alto nivel (relativo) de contagios que presenta la capital nipona y, por tanto, al alto riesgo (real) de avance del coronavirus desde Tokio hacia otras regiones de Japón.

Además, y visto el éxito obtenido, el gobierno se ha propuesto llevar a cabo otros programas en la misma línea, para estimular la economía. Estos se conocen como: «Go To Eat” («Vamos a comer fuera”), «Go To Event” («Vamos a un evento”) o «Go To Shôtengai” («Vamos a las calles comerciales”), entre otros, y subsidian parte del coste de las comidas, eventos o compras, según el caso, a través de unos vales del 25% de descuento. Su puesta en marcha va, sin embargo, con retraso debido a los riesgos de transmisión del virus, y a la necesidad de tomar medidas profilácticas en dichos espacios.

En cualquier caso, el programa más impactante ha sido el que tiene por lema «Vamos a viajar” que, por otra parte, es el pionero y el mejor dotado a nivel presupuestario. Éste nos ofreció desde su incio un 35% de descuento en nuestros gastos de viaje (transporte y pernoctación), aumentando el subsidio a partir del primero de octubre, con vales de descuento o de regalo para usar en los destinos turísticos registrados en la campaña oficial —se calcula que la mitad de los establecimientos lo están— llegando con ello, pues, al 50% de ahorro en los gastos del viaje.

Según los datos estadísticos más recientes, parece que este programa ha sido particularmente exitoso en los establecimientos de lujo (hoteles y balnearios onsen) más afamados, porque permite la apetecida estancia a precios mucho más asequibles. Como consecuencia, se espera, pues, una pronta recuperación de este sector económico mientras dure el programa, que seguirá vigente hasta el final de la próxima primavera, aunque la fecha exacta está aún sin delimitar.

«Vamos a viajar” con mascarilla.

La campaña ha supuesto la posibilidad de viajar a algunas provincias rurales y de disfrutar de sus recursos naturales en establecimientos inasequibles en otros tiempos. Sin embargo, no siempre los turistas urbanitas hemos sido bienvenidos y, en ocasiones nos han negado la entrada en establecimientos locales por temor a que seamos portadores del virus e infectemos a los residentes.  Habrá, pues, que bañarse en sus aguas termales con mascarilla y paladear sus exquisiteces culinarias bien distanciados.

DIÁSPORA

Por: Rosalia Avila Tàpies

E-mail: r.avilatapies@bcncenter.jp

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