El Harikuyō (針供養), funeral de las agujas o día de agradecimiento a las agujas) es una ceremonia budista y sintoísta que remonta sus orígenes al periodo Heian (平安時代); este día gira en torno a la costura y demuestra el agradecimiento a las agujas rotas durante el año anterior. Curiosamente, dicho evento se celebra el 8 de febrero en los santuarios y templos en la región de Kanto, mientras que el 8 de diciembre en la región de Kioto y Kansai.
Es un festival donde acuden principalmente amas de casa, personas que se dedican a la costura y confección de kimonos, mismas que hacen honor a la memoria de las agujas viejas o rotas utilizadas en su trabajo, además de orar por la mejora de sus habilidades manuales y prosperidad laboral.
En la sala principal del templo, se oficia un servicio religioso por los monjes que representa el funeral de las agujas. En dicho funeral las agujas rotas o viejas se clavan con delicadeza en un queso gigante de soja suave (tofú), que representa un buen descanso y aprecio. Al clavar la aguja en la soja, la mujer descarga todos sus pesares, y deja ir cualquier dolor que pusiera haber causado esta ardua y reconocida labor, a modo de purificar y liberar su corazón.
Estas fechas del año, está íntimamente ligadas al respeto por los objetos que han servido para facilitarnos la vida, por esta misma razón, no merecen ser sólo desechados sin más. Otras celebraciones como están serían por ejemplo:
Hamonokuyōsai (刃物供養祭, día de los cuchillos), día en que se toma conciencia de la importancia de los cuchillos como medio de vida y cultura; se agradece su servicio tanto por usuarios como por fabricantes.
Ningyō Kuyo (人形供養, funeral de las muñecas), ritual que se lleva a cabo con el objetivo de deshacerse dignamente de las muñecas usadas y viejas, para evitar las repercusiones espirituales o la mala suerte de simplemente tirarlas a la basura.
Por: Abby Hymura
Licenciada en ciencias de la comunicación
E-mail: lola_ligabay@hotmail.com