HACHIKŌ: EL SÍMBOLO DE LA FIDELIDAD JAPONESA CUMPLE 100 AÑOS

¿El arte imita a la vida o la vida imita al arte? Es una pregunta que constantemente está en reflexión. Y es que historias como la de Hachikō, el akita inu de color blanco-crema, que nació hace casi 100 años en Japón, siguen inspirando y trascendiendo diversas generaciones alrededor del mundo.

Desde libros y series de dibujos animados norteamericanos, hasta películas como la recordada “Siempre a tu lado, Hachiko”, protagonizada por el reconocido actor Richard Gere en el 2009, la influencia de Hachikō en la cultura popular a lo largo de los años es irrefutable.

Pero, ¿Quién es Hachikō? ¿Y por qué de su influencia internacionalmente durante 100 años? Para los que aún no recuerdan su nombre, Hachikō es el perro japonés que espero a su amo, el profesor Hidesaburō Ueno, en la estación de Shibuya, durante casi una década después de la muerte de este en 1934.

Quizás esta sea una de las manifestaciones de fidelidad más representativas del siglo XX.

Para muchos académicos, la representatividad de Hachikō en la cultura japonesa reside en el origen de su raza: akita inu.

El akita es un perro japonés de gran tamaño y una de las razas más antiguas y populares del país nipón. Designados por el gobierno japonés como ícono nacional en 1931, alguna vez fueron entrenados para cazar animales como jabalíes y alces.

“Los perros akita son tranquilos, sinceros, inteligentes y valientes. También obedientes con sus amos”, dice Eietsu Sakuraba, autor de un libro infantil en inglés sobre Hachiko. “Además tienen una personalidad obstinada y desconfían de cualquiera que no sea su dueño”, añade Sakuraba.

La vigencia y relevancia de Hachikō las vemos actualmente con la estatua de bronce erigida en su memoria frente a la estación de Shibuya en Tokio, inspirando por más de 70 años a familias enteras con su noble historia de fidelidad.

A los escolares japoneses se les enseña la historia de Chuken Hachiko, o el leal perro Hachiko, como ejemplo de devoción y fidelidad.

Hachiko representa al “ciudadano japonés ideal” con su “devoción incuestionable”, dice la profesora Christine Yano de la Universidad de Hawái: “leal, confiable, obediente a un dueño y que comprende su lugar en el esquema más amplio de las cosas sin depender para ello de la racionalidad”.

Cada año se lleva a cabo un servicio conmemorativo para Hachiko fuera de la estación de Shibuya.

Sin embargo, ¿Se seguirá celebrando al perro más leal del mundo dentro del próximo siglo?

La profesora Yano dice que sí porque cree que el “heroísmo de Hachiko” no está definido por ningún período en particular, sino que es atemporal.

Eietsu Sakuraba, autor de un libro infantil en inglés sobre Hachiko, es igualmente optimista. “Incluso dentro de 100 años, este amor incondicional y devoto permanecerá sin cambios, y la historia de Hachiko vivirá para siempre”.

 

Por: Adrián Marcos García
Comunicador Audiovisual de la Pontificia Universidad Católica del Perú
E-mail: amarcos1771@gmail.com

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