Una de las costumbres más conocidas en Japón, es aquella de dar obsequios según se presenten las circunstancias, quizás la ocasión más frecuente es la de dar «omiyage” (お土産) a familiares, amigos o compañeros de trabajo si viajamos a un lugar lejano; que normalmente algún recuerdo del lugar ya sea dulces u objetos. Cabe señalar que la palabra «miyage” es la unión de los kanjis «lugar” (土) y «producto” ( 産 ), es una palabra «jyukujikun”, es decir que se debe leer tal cual.
Siguiendo el hilo de la tradición de obsequiar algo, hay una curiosa «regla” que muchos japoneses suelen cumplir, seguramente habrán notado que tras hacer algún regalo, detalle o favor a un japonés, para ellos existe una «necesidad por devolver” y aunque esto para un occidental sea algo sin importancia, para un japonés puede no serlo tanto.
Dentro de la cultura y tradición nipona, existen algunas obligaciones que están muy arraigadas a su identidad y que son parte de la moral dentro de la sociedad. Para un japonés recibir algo sin dar nada a cambio representa una pequeña deuda, algo que encasillan como un compromiso; sea grande o pequeño, es algo que se debe «pagar” y para esto, al parecer hay una filosofía que lo explica.
El acto de devolver un detalle para un japonés es mera cuestión de principios ya que no existe de por medio una promesa, un documento o un tiempo fijado; algo que fue investigado y analizado por la antropóloga norteamericana Ruth Benedict en 1944, quién rescata desde sus estudios que existirían entonces dos tipos de «deudas” o «compromisos” muy definido: Gimu y Giri, entiéndase la palabra «deuda” en forma metafórica. Así entonces, podría definirse que:
1. Gimu (義務):
Es un deber, una gran deuda que por más esfuerzo o tiempo que se le dedique, esta nunca podrá ser saldada. Dentro del «Gimu”, existirían entonces tres tipos de compromisos eternos que cumplir:
– Chuu (忠): es la deuda, el compromiso con el emperador, con el país y con las leyes. Un compromiso de entregar lo mejor de sí a su tierra.
– Koo (孝): un compromiso con los padres, los ancestros y la descendencia; el respeto y cuidado a no deshonrar un apellido.
– Ninmu (任務): un compromiso y entrega al trabajo o labor de la cual se le ha encomendado.
2. Giri (義理):
Es una deuda o una promesa que de forma voluntaria uno se compromete a saldar y que a diferencia del «Gimu”, sí tiene un límite determinado, un final. Un regalo por ejemplo puede ser devuelto con otro regalo.
Como en toda sociedad, obviamente esto no se presenta en su totalidad en todas las personas, pero al parecer es algo que ha sido adoptado como parte de su orgullo. Para comprender esto, debemos de partir desde la idea que algunas expresiones y conceptos que se conocen en occidente, suelen tener otra percepción en Japón; el orgullo, el respeto, la honradez, el honor o la vergüenza como tal (por mencionar algunos valores) han sido muy inculcados en su manera de pensar y quizás la filosofía aquí mencionada ha influenciado en cierta manera sirviendo de motor para mantener esa disciplina que ha impulsado, tras la devastadora derrota en la Segunda Guerra Mundial, al desarrollo a este país que hoy conocemos como potencia.
En resumen, dentro de la moral y los modales como individuo dentro de la sociedad, el «Gimu” es un deber que se tiene que cumplir, mientras que el «Giri” es algo correcto de hacer; acciones que de alguna manera terminan por etiquetar a una persona.
Por: Luis Guillermo Shimabukuro