ESTRÉS, UNA DE LAS GRANDES CAUSAS DEL “HAMBRE EMOCIONAL”

¿Qué es el estrés?

El estrés es “el conjunto de reacciones fisiológicas que te preparan para una acción”, es decir…

El estrés en una forma en la que el cuerpo se prepara para reaccionar a diferentes situaciones o estímulos, y esto no es malo, pues nos permite reaccionar a estímulos tanto externos (ambientales) como internos (dentro del propio cuerpo) y en cantidades moderadas nos mantienen en cambio y movimiento constante, para lograr nuestras metas.

Pero ¿Qué pasa cuando ese “estrés positivo” llega a niveles tan elevados y constantes en nuestra vida?

El estrés crónico y elevado nos puede llevar a diferentes consecuencias de salud, física, mental y emocional. Y sus principales causas son factores laborales, familiares, económicos, exigencias del día a día, entre otros.

CONSECUANCIAS DEL ESTRÉS PATOLÓGICO (MALO)

EN EL CUERPO EN EL ESTADO DE ÁNIMO EN EL COMPORTAMIENTO
Fatiga constante Ansiedad e inquietud Consumo de comida excesivo o por debajo de lo normal
Malestares estomacales (gastritis, colitis, etc.) Sentirse abrumado Cambios en la elección de alimentos
Tensión o dolor muscular Falta de motivación Recurrir al alcohol, tabaco u otras drogas
Dolor en el pecho Irritabilidad y enojo Arrebatos de ira
Problemas de sueño (insomnio) Poca tolerancia a la frustración Aislamiento social
Aumento en la presión arterial, resistencia a la insulina y otros cambios metabólicos Tristeza o depresión Disminución en la práctica de ejercicio

¿Qué puedo hacer para bajar mis niveles de estrés?

Es importante mencionar que vivimos en una sociedad con altas exigencias laborales y sociales. Cada persona se encuentra en situaciones diferentes, por lo que es difícil generalizar, pero a veces pequeños cambios pueden hacer mucha diferencia:

  • Tener una actitud positiva. Busca el lado bueno de las cosas, recuerda que también de las situaciones difíciles o dolorosas podemos crecer, aprender y mejorar.
  • Comer equilibradamente. Una alimentación sana puede mejorar nuestros niveles hormonales e inflamatorios del cuerpo y ayudarnos a sentir más plenos, aumentando las hormonas que nos hacen sentir bienestar.
  • Dormir mínimo 6 horas. Cada persona tiene necesidades de descanso diferentes, pero se ha visto que un mínimo de 6 horas de descanso es indispensable para disminuir los niveles de estrés y cortisol en el cuerpo.
  • Realizar ejercicio físico. Moverse es indispensable para el cuerpo y sus funciones, realiza ejercicio por lo menos 1 hora 3 veces por semana, la actividad física que más te guste (Pesas, correr, bicicleta, nadar, pilates, etc.).

HAMBRE EMOCIONAL

Existen muchos factores y elementos que pueden intervenir en nuestras conductas de alimentación, y como ya pudimos darnos cuenta, el estrés y muchas de las emociones que derivan de estas situaciones nos pueden llevar a tomar elecciones poco saludables en nuestra alimentación.

¿Qué puedo hacer para tener una mejor elección de alimentos?

Paso 1: Es importante comenzar a identificar si lo que sentimos es “hambre emocional” o “hambre real o fisiológica”.

Aquí te comparto una guía que te ayudará a analizar qué tipo de hambre estas sintiendo:

HAMBRE EMOCIONAL HAMBRE FISIOLÓGICA
Desencadenada por una emoción (estrés, tristeza, ansiedad, aburrimiento, etc.) Desencadenada por una necesidad fisiológica del organismo (nutrirse)
Aparece de pronto Aparece gradualmente
Requiere satisfacerse al momento Puede soportarse por más tiempo
Suele ser un “antojo” de un alimento en especifico Puede satisfacerse con cualquier alimento
Al satisfacerse produce sentimientos de culpa Al satisfacerse no produce sentimientos negativos o de culpa
Suelen consumirse alimentos en mayor cantidad, sobrepasando la saciedad moderada Normalmente se detiene la ingesta al estar satisfecho

Paso 2: Hacer compras de tu despensa de forma inteligente.

Es importante tener en casa o en el trabajo alternativas saludables: frutas, verduras, carnes magras, lácteos o bebidas sin azúcar, huevo, etc.

Paso 3: Evita comprar o tener en tu despensa alimentos ultra procesados y frituras.

Si sabes que los chocolates, o el refresco, o los panes dulces, o los helados, etc. son tu debilidad y si los tienes cerca es muy probable que los estés consumiendo frecuentemente sin un equilibrio adecuado, evita comprarlos y tenerlos en casa.

Así, en el momento de llegar esa “hambre emocional” podremos tomar mejores decisiones alimenticias y comer de forma más inteligente.

Recuerda que es un proceso gradual y constante, no tenemos que ser “perfectos” con nuestra alimentación, tampoco es necesario eliminar alimentos por completo de nuestra vida. Pero si buscar un equilibrio que nos permita sentirnos bien y estar sanos, para tener una mejor calidad de vida.

 

 

Sonia Evelyn Ruiz Álvarez
Licenciada en nutrición por la Universidad de Guadalajara, México.
Nutrióloga y entrenadora profesional en fisicoculturismo y fitness
Correo: soniaeve28@gmail.com
Facebook: LN. Evelyn Ruiz
Instagram: evelynruiz.nutriologa

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