El terremoto que sacudió Marruecos, en el norte de África, el pasado día 8 ha matado a más de 2.900 personas, y las labores de rescate continúan en varias localidades.
Por otro lado, entre las personas que se ven obligadas a vivir en sencillas tiendas de campaña, algunas se enferman debido al frío de las mañanas y las tardes, lo que hace que el apoyo a los afectados sea una cuestión urgente.
Según el Ministerio del Interior marroquí, 2.901 personas han muerto y 5.530 han resultado heridas por el terremoto de magnitud 6,8 ocurrido en la región montañosa del centro de Marruecos la noche del día 8 (hora local).
Todavía hay muchas personas que no han sido contactadas y las labores de rescate continúan en varios lugares. La aldea de Welghan en la provincia de Hauz, donde viven unas 450 familias, había sufrido graves daños y muchas casas quedaron destruidas, y el gobierno comenzó a distribuir tiendas de campaña a partir del día.
En el pueblo de la montaña hace frío por la mañana y por la noche, pero no es posible que todos se acuesten en una pequeña tienda de campaña, por lo que algunas personas pasan la noche sobre mantas extendidas fuera de sus tiendas. Las enfermeras enviadas por las autoridades sanitarias también visitaron las zonas donde los damnificados habían levantado sus tiendas de campaña, les interrogaron sobre su estado físico y les repartieron analgésicos.
Una farmacéutica dijo: «Había más gente de la esperada y los medicamentos que trajimos no eran suficientes. La situación de las personas que viven en tiendas de campaña empeora cada día». El apoyo también se ha convertido en una cuestión urgente.
Debido a los fuertes sucesos de estos últimos días, recomendamos que puedan tomar conciencia y revisar el siguiente artículo, de manera que puedan tener en cuenta los preparativos ante un desastre natural inminente.
Fuente: NHK