El Mitsubishi A6M, más conocido como «Zero” fue un avión de combate japonés, que sirvió tanto en tierra así como también a la manera de caza embarcado, durante la segunda guerra mundial. El apodo de Zero se origina debido a su designación naval japonesa —caza embarcado tipo 0—. El proyecto del Mitsubishi A6M se empezó a gestar en el año 1937 cuando se hizo la petición por parte del servicio aéreo de la marina imperial, de un caza embarcado. En aquel entonces, en Japón, los nombres de proyecto se numeraban en función del año del imperio del emperador en el trono. Como en 1937 el emperador Hirohito entraba en su duodécimo año en el trono, el proyecto fue bautizado como 12 Shi. Su diseño fue confiado al ingeniero Jiro Hirokoshi y construido en los talleres de la firma Mitsubishi, en Nagoya. Sus variantes principales fueron el A6M2, A6M3 y A6M5. De cada una, se derivan sub-variantes. El 12-Shi, una vez se aceptó para el servicio, pasó a llamarse A6M1. Inmediatamente de este, se deriva el A6M2 modelo 11, que fue el primero en fabricarse en serie. Difería del A6M1 principalmente en las tomas de aire del carburador y de enfriamiento de aceite, que se integraron mejor en la estructura del morro. Después de haber fabricado 65 de estos aparatos, se rediseñaron las alas para que sus puntas fueran plegables, con la finalidad de ahorrar espacio en los portaaviones. A este aparato se le conoce como A6M2 modelo 21 y se fabricaron unos 1540 aviones. Los prototipos de esta aeronave fueron probados en la guerra contra China y los resultados fueron plenamente satisfactorios.
Antes de empezar la guerra, los occidentales pensaban que las fuerzas aéreas niponas eran pobres, anticuadas y de escasa tecnología. Menuda sorpresa se llevaron los aliados con las rapaces máquinas voladoras que rápidamente se enseñorearon de los cielos del océano Pacífico. En efecto, el Zero fue una desagradable y ominosa presencia para los pilotos enemigos; valga decir que ningún caza aliado podía compararse con las fenomenales características (maniobrabilidad, velocidad ascensional o alcance) del intrépido —y frágil, vulnerable y desprotegido, hay que decirlo— avión de combate nipón. Esta aeronave debía su eficiencia a la ligereza de su construcción y al hecho de que carecía de blindaje protector. Los pilotos de Zero aprendieron a usar su excelente capacidad de maniobra para virar más y, en ocasiones, ganar altura más rápidamente que los aviones aliados. Incluso cuando los norteamericanos pusieron en servicio cazas más rápidos y potentes, sus pilotos nunca pudieron subestimar a un Zero, ya que en manos de un piloto experimentado fue siempre un oponente peligroso para cualquier caza americano.
Su excelente maniobrabilidad y su excepcional alcance fueron legendarios e hicieron del Zero el símbolo de la potencia aérea del Sol Naciente. El Zero conquistó su fama con una serie de brillantes victorias contra todos los aviones enemigos en los primeros meses de la guerra en el Pacifico y, dado que la marina japonesa no logró poner en servicio otro caza moderno capaz de competir con los nuevos aviones aliados que aparecieron en el Pacifico hacia fines de 1942, el Mitsubishi A6M debió sostener el peso de las operaciones hasta la finalización del conflicto, desde el ataque a Pearl Harbor hasta las desesperadas misiones suicidas llamadas «kamikaze”. En definitiva el Zero fue un avión de excelentes virtudes y carencias de diseño notables, pero no insalvables y así se demuestra en su desarrollo. Sin duda alguna el Zero fue el avión más famoso del teatro de operaciones del Pacífico.
Miguel Ángel Fujita Graduado en Literatura U.N.M. de San Marcos - Perú Profesor de español en la A.I. de Toyokawa E-mail elchasquicorreo@hotmail.com