DARUMA (達磨)

El Daruma es un muñeco de forma oval y su color suele ser rojo. Este tipo de muñeco, por la forma de su base, aunque se ladee volverá a pararse. Es popular como amuleto de la suerte que puede hacer realidad cualquier deseo. Se le puede pedir cualquier deseo: como buena suerte, cumplimiento de sueños, seguridad para la familia y prosperidad en los negocios. A continuación, conozcamos sobre su origen y utilización.

El Daruma representa a Bodhidharma (Daruma Daishi), fundador del budismo zen. La mayoría de este tipo de muñeco es de color rojo porque Daruma Daishi llevaba una túnica roja. En el antiguo budismo indio, las túnicas rojas eran un signo de alto rango. Hay una leyenda que cuenta que Daruma Daishi pasó 9 años meditando sin utilizar sus manos y pies por eso los muñecos Daruma no tienen ni manos ni pies, es decir, estos muñecos simbolizan a Daruma Daishi, que está meditando cubierto de una túnica holgada, aunque su rostro es muy diferete. Es un muñeco que pasa por un entrenamiento tan riguroso y se vuelve a levantar cada vez que se cae. Estos muñecos se han convertido en un amuleto de la suerte que puede cumplir varios deseos y permanecen en las creencias populares.

Cuando están a la venta, sus ojos son completamente blancos. Se pinta un ojo al pedir un deseo y se pone el otro ojo cuando el deseo se hace realidad. En general, primero se le pinta el ojo izquierdo, y cuando cumple el deseo se le hace el ojo derecho. Sin embargo, en algunos templos lo hacen al revés y al parecer no importa mucho el orden, lo importante es que al pintar el ojo del Daruma se haga con determinación porque este acto significa darle alma. Seguramente, el Daruma apreciará su determinación y esfuerzo.

Por cierto, se cree que los ojos bien abiertos tienen el poder de alejar a los espíritus malignos, por lo que hay muchos Darumas que tienen ambos ojos desde el principio. Además, el color rojo también tiene el significado de proteger de los espíritus malignos, por eso se dice que en el período Edo era común utilizar Darumas rojos con ambos ojos para protegerse de las enfermedades.

Si el deseo se hace realidad, se lleva el Daruma a un santuario o templo el día de Año Nuevo y se pide que lo quemen o pongan en algún lugar del recinto.

 

Por Sanami Takahashi

You cannot copy content of this page