Curiosidades de Japón

El Shinkansen (新幹線) o popularmente conocido entre los hispanohablantes como «tren bala», empezó su circulación en Japón durante la década de los 60. En la serie de los primeros trenes bala, existe un modelo denominado «O» kei (O系), este «Shinkansen» es de color blanco y azul, pero con un curioso parecido a una cajetilla de cigarros de una marca llamada «Hi-Lite». Los rumores al parecer tendrían un fundamento cierto, pues se cuenta que el día de la reunión entre los dirigentes para decidir el color de dicho «Shinkansen», en la mesa había una cajetilla de cigarros con estos colores, lo cual inspiró a que se decidiera por el mismo color de la cajetilla.

Otro de los rumores urbanos es en torno a los taxis japoneses que tienen una peculiaridad que salta a la vista y que son su espejos retrovisores de ambos lados; estos están colocados en la parte delantera del vehículo y no al lado de la puerta como todo vehículo convencional. Cuentan los rumores (y quizás si se lo preguntamos a un taxista nos lo podría confirmar), que la razón por la cual los espejos están en esa posición es para evitar que los pasajeros que viajan en la parte trasera del vehículo no se sientan observados por el conductor y de esta manera puedan mantener la privacidad.

La popular y conocida muñeca Hello Kitty, como sabemos, es de origen japonés. Detrás de este carácter animado se han sembrado muchos rumores urbanos de los cuales existen dos muy curiosos y con una base aparentemente cierta. Uno de ellos se trata del «porqué no tiene boca» y según se cuenta, la razón es para que no tenga una expresión definida, de esta manera la muñeca puede empatizar con su dueña según su estado de ánimo. Otro rumor y quizás el más sorprendente dice que la diseñadora misma declaró durante una entrevista que la muñeca «Hello Kitty» no es una gata como se ha venido creyendo sino una niña que simplemente tiene algunos rasgos faciales gatunos, algo que por cierto le da un toque oriental.

Los «fuurin»( 風鈴) son aquellas campanitas hechas en cristal que son colocadas en la entrada de algunos lugares o viviendas en la época de verano y que al soplar el viento, emiten ese típico tintineo que según los rumores, es capaz de hacer bajar la temperatura corporal hasta al menos 2 grados. Al parecer, el cerebro relaciona dicho sonido con una escena refrescante produciendo este efecto, pero que sólo se da en los japoneses debido a sus recuerdos tradicionales.

Por: Luis Guillermo Shimabukuro