CUMPLIENDO SUEÑOS

¿Alguna vez has tenido el sueño de viajar solo/a y lo has ido postergando por diferentes razones?

Puede ser el miedo a lo desconocido, el miedo a no hablar el idioma de otro país, el no tener dinero, el no creerte capaz de hacerlo, etc. ¿Cuál es tu miedo?

En lo personal me gusta viajar y siempre he soñado hacerlo sola, enfrentarme a lo desconocido y saborear las distintas etapas del viaje, los preparativos, el viaje en sí, y no tener a nadie más que a mí para enfrentarme a distintas situaciones, de tan solo pensarlo me moría de emoción, adelantándome a los acontecimientos.

Este verano he cumplido uno de mis muchos sueños. Durante cinco semanas viajé sola. Podría creerse que es fácil, pero no, es bastante arriesgado y si eres mujer y vas sola corres algunos riesgos. Por supuesto que tenía miedo de no hablar el idioma, de desorientarme y no encontrar el lugar a donde iba, de enfrentarme a personas no gratas, etc. Pero aprendí que vencer el miedo a lo desconocido te abre a diferentes situaciones y te da más confianza en ti mismo para enfrentarte a todo.

Este verano, después de mucho soñar durante años, hice un viaje por Europa al cual le llamo “iniciático”. No solo para conocer todo lo que quería conocer, sino para estar conmigo misma y llevarme a pasear de la mano a maravillosos lugares siempre vistos en revistas y películas.

Hoy me siento muy feliz de haber caminado por diferentes rutas a mi ritmo y solo con una pequeña maleta, absteniéndome de tentaciones de compras porque mi intención era solo ver y conocer. Por supuesto que, en el camino, encontré muchísimos “ángeles” que me tendieron la mano.

Quisiera contarles todo y la emoción que siento al hacerlo, pero nunca acabaría. Ha sido un viaje maravilloso que volvería a repetir muchas más veces si se presentara la oportunidad y que les recomiendo hacerlo aún a lugares más cercanos.

 

¿Qué he aprendido viajando sola?

– Al viajar solo/a no se tiene a nadie más a quien culpar de los errores que pudiera haber, Se aprende a asumir la responsabilidad, a tomar nota y a seguir adelante, en el camino se encuentra la valentía de confiar en ti, pues no hay nadie más.

– En el viaje descubres un nuevo mundo, una cultura diferente, un idioma diferente, conoces personas, y saboreas comidas desconocidas. Se gasta energía y muchas emociones que estando en casa no sentirías, y siempre vuelves con una lección aprendida.

– Estar solo/a te obliga a sonreír y a hablar con otros, a aprender un poco del idioma a dónde vas a ir, como dónde está el baño, cuánto es, etc. Y aunque no lo creas, tu imaginación se activa para darte a entender y mejorar tus habilidades de comunicación

– Al exponerte a lo desconocido y a la incertidumbre, aprendes a respirar en medio del caos, a ver los problemas desde fuera, a entender que todo tiene solución, se aprende a ser flexible y a no preocuparse mucho. En lo personal, a veces caía un poco en pánico, pero después de respirar y calmarme, encontraba la solución. O llamaba a algún amigo cercano para tranquilizarme y reírme o llorar de la situación.

– El viajar solo te invita a la reflexión, a la paz interior y reencontrarte contigo mismo. El continuo soliloquio que se desarrolla caminando por las callecillas de tal o cual lugar, nos enseña a conocernos mejor, nos muestra donde están nuestros límites, y cómo podemos superarlos, y creo sinceramente que nos da mayor control de nuestra vida.

 

Resumiendo, encontré algunos beneficios:

Abre nuestras mentes. Nos otorga mayor capacidad de aprendizaje, nos permite ser más permisivos y flexibles con los demás, hace que comprendamos mejor nuestro entorno, hace que desarrollemos mejor la empatía y a que nos adaptemos mejor a los cambios.

Refuerza nuestra autoestima, lo que determina que nos sintamos más seguros y más libres.

Nos permite reflexionar, nos invita a la reflexión, a la paz interior y a reencontrarnos con nosotros mismos.

Mejora la autoconfianza. Viajar solo puede ponerte a prueba, pero gracias a que viajas solo puedes descubrir dentro de ti habilidades que tenías escondidas en tu interior y que te llevan a tomar decisiones correctas que te darán más confianza en ti mismo.

Adquieres habilidades sociales. Si eres tímido o no, aprendes a abrirte a nuevas interacciones y a conectar con otras personas, a hacer amigos y a conocer el amor en donde menos lo esperas.

Te sientes más lleno. Cuando aprendes o estableces nuevas conexiones con los demás, te sentirás más pleno. En estos casos, a través de pequeñas metas cumplidas, tendrás la percepción de que te sientes más lleno debido a que tu cerebro libera más oxitocina y serotonina.

Te vuelves más autosuficiente. La dependencia emocional es un problema que muchos podemos sufrir. En este caso, el viajar solo te permite ser más autosuficiente. De esta forma, viajar solo te permitirá ver que eres capaz de sobrevivir sin la ayuda emocional y física de los demás. A través de esta experiencia es muy probable que te vuelvas más independiente y esto será positivo tanto para ti como para tus relaciones más cercanas.

 

 

Dra. Irma Aráuz L. 
Psicóloga clínica y Doctora en Educación. 
E-mail: arauzirmaic@gmail.com 
www.facebook.com/psicologairmaarauz

 

You cannot copy content of this page