Uno de los principales desafíos al emigrar a un país distante y culturalmente diferente es el idioma. En el caso de Japón, esta barrera lingüística puede ser aún más pronunciada debido a las diferencias culturales profundas. El japonés no solo presenta complicaciones en términos de vocabulario y gramática, sino que también refleja normas culturales que pueden hacer que la comunicación sea menos directa y más ambigua en comparación con idiomas más directos como el español.
En este artículo, exploraremos cómo la ambigüedad en el japonés puede afectar la comunicación, ilustrando con un ejemplo cotidiano. Imaginemos que estamos en el trabajo y queremos invitar a un colega japonés a comer, mantenemos una buena relación laboral y esperamos una respuesta afirmativa.
El colega responde con «大丈夫» (daijoubu), que a primera vista parece significar «ok» o «bien». Sin embargo, cuando llega el momento, el colega no se presenta, lo que genera decepción y confusión. Al día siguiente, al preguntar por qué no asistió, el colega explica que usó «大丈夫» para indicar que no podía ir, lo que muestra cómo la misma expresión puede tener un significado diferente al esperado.
Este ejemplo ilustra cómo «大丈夫» (daijoubu) puede tener connotaciones distintas, como «no, gracias» en lugar de una afirmación positiva. Otro caso similar es «結構» (kekkou), que también puede significar tanto «ok» como «no, gracias». Para quienes venimos de culturas hispanohablantes, estas ambigüedades pueden ser un reto significativo, ya que el español tiende a ser más directo y explícito.
La pregunta es: ¿por qué el japonés no es tan claro y directo como otros idiomas? La respuesta está en el concepto japonés de «和» (wa), que significa «armonía». La armonía es un pilar fundamental en la sociedad japonesa, y el idioma refleja este valor a través de una comunicación menos directa para evitar conflictos o malentendidos. La ambigüedad en el lenguaje japonés permite mantener un espacio de diálogo donde se pueden expresar desacuerdos de manera menos tajante, contribuyendo a la cortesía y la formalidad en las interacciones.
Para alguien proveniente de una cultura donde la comunicación es directa, entender este enfoque puede ser desafiante, ya que va en contra de nuestras normas comunicativas. Sin embargo, comprender el concepto de «wa» puede ayudarnos a ser más conscientes de las sutilezas en la comunicación japonesa y mejorar nuestra capacidad para interpretar el significado subyacente de las expresiones ambiguas.
Un concepto relacionado es «空気を読む» (kūki o yomu), que se traduce como “leer el ambiente”. Esta habilidad implica comprender y adaptarse a las circunstancias sin necesidad de comunicación explícita. Tener la capacidad de leer el ambiente es esencial para descifrar el verdadero significado de las expresiones ambiguas y para navegar de manera efectiva en el entorno cultural japonés.
En resumen, el japonés no es inherentemente un idioma ambiguo, sino que su estructura refleja valores culturales como la armonía y el respeto. Para evitar malentendidos, es crucial entender el idioma en su contexto cultural y prestar atención a las señales no verbales, como los gestos y la entonación. Al hacerlo, podremos mejorar nuestra comunicación y adaptarnos mejor a la rica y matizada cultura japonesa.
Fuente: The Mainichi Por Satoshi Waku Beca Simpatizante Nikkei - JICA Correo: eswc500@gmail.com Instagram: @satoshi.waku