En 2024, Japón registró un récord histórico de 1.055 personas diagnosticadas con trastornos mentales graves relacionados con el estrés laboral, según una encuesta del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social. Esta cifra representa un aumento de 172 casos respecto al año anterior y marca el sexto año consecutivo en que se rompe el récord.
Entre los casos, 88 personas se suicidaron o intentaron hacerlo, lo que también supone un incremento frente al año anterior. El estrés laboral severo fue atribuido principalmente a situaciones como el acoso por parte de superiores (224 casos), cambios significativos en el contenido o la carga de trabajo (119), acoso por parte de clientes (108), acoso sexual (105), y experiencias traumáticas laborales (87).
Los sectores más afectados fueron sanidad y asistencia social (270 casos), seguido por la manufactura, comercio minorista y transporte. El problema afecta tanto a hombres como mujeres por igual, y principalmente a trabajadores entre 20 y 50 años.
Además, se registraron 241 casos de enfermedades cerebrovasculares y cardíacas asociadas al exceso de trabajo, incluyendo 67 muertes. La gran mayoría de estos casos afectaron a hombres mayores de 50 años, y se concentraron en sectores como el transporte y la hostelería.
El Ministerio señaló que el aumento se debe, en parte, a cambios en las relaciones interpersonales y la sobrecarga laboral. Como respuesta, planea reforzar las medidas contra las largas jornadas y el acoso, y ha extendido recientemente las pruebas de estrés obligatorias a todas las empresas, no solo a las de más de 50 empleados.
El profesor Hisashi Eguchi, experto en salud laboral, subraya que la falta de personal y la sobrecarga están creando entornos laborales insostenibles. Recomienda mejorar la comunicación en los equipos y prestar atención a señales tempranas como alteraciones del sueño, baja productividad o ausencias frecuentes, especialmente en contextos de teletrabajo, donde estos signos pueden pasar desapercibidos.