«El gran número de palabras empezó a entrar (en el idioma español) en la segunda mitad del XIX, e inicios del XX, cuando inició la Restauración Meiji en Japón en 1868», detalla Rafael Fernández Mata, profesor de español de la Universidad de Córdoba, España, y autor de diferentes estudios sobre el japonés en el español.
Se trata del reinado del emperador japonés Meiji Tennō (1868-1912), un período en el que muchos historiadores coinciden que influyo drásticamente en la modernización y occidentalización del Japón.
«Y más tarde en la década del 1980 hasta el primer decenio de los 2000 se observa que hay bastante movimiento de las palabras de origen japonés al español por temas relacionados a la tecnología y la gastronomía», afirma Fernández Mata.
Esta última afirmación cobra aún mayor validez cuando tomamos en consideración que los famosos “emojis”, palabra muy utilizada en el ágora digital en la actualidad, es de origen japonés como también lo son la “soja”, “tempura” o “tofu”.
Asimismo, en el idioma español predominan los “japonesismos” relacionados a las artes marciales y el deporte como ninja, samurái, yudo, sumo, kárate, aikido, por nombrar algunos.
Y luego hay términos relacionados a la vestimenta y las tradiciones como quimono, geisha, bonsái y origami.
Perú es el país de habla hispana de América Latina con la mayor comunidad de descendientes de japoneses. La comunidad más grande de la región está en Brasil.
Según la Asociación Peruano Japonesa, hasta cinco generaciones descendientes de los primeros japoneses que llegaron viven actualmente en el país y según los datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), unas 22.000 personas se identifican como nikkei, término que se designa a los inmigrantes japoneses y sus descendientes.
Es por ello que la cultura japonesa es muy importante en Perú y el uso de las palabras de origen japonés va más allá de la comunidad.
«El japonés se encuentra presente en el habla cotidiana en Perú porque los descendientes japoneses seguimos acá e interactuamos los unos a los otros», le dice a BBC Mundo Claudia Kazuko Almeida Goshi, profesora de Lingüística de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, de Perú.
«Las palabras importan, mutan y conectan. Por medio de ellas se crean y mantienen vínculos para conservar y reactualizar una colectividad que es parte del Perú desde hace 122 años», asegura Almeida Goshi.
El incremento y adopción de los “japonesismos” en Perú, también se asemeja al de otras realidades de países en América Latina. Arigato comunidad Latin-a, celebremos la fusión intercultural y sigamos aprendiendo nuevos “japonesismos”.
Por: Adrián Marcos García
Comunicador Audiovisual de la Pontificia Universidad Católica del Perú E-mail: amarcos1771@gmail.com |