Todo extranjero que llega a Japón y reside por un largo periodo, posiblemente notará que el comportamiento de los japoneses suele ser muy distinto tanto dentro del centro laboral como fuera del trabajo, de algunos hasta se podría decir que son «Dos personas distintas”. Por otro lado, vemos que también suelen ser diplomáticos evitando mostrar lo que realmente sienten (sea bueno o malo) con la intención de no incomodar al resto, llámese educación, respeto o falta de sinceridad; lo cierto es que esto no es nada nuevo ni tampoco un secreto, pues los mismos japoneses lo saben y probablemente forme parte de su costumbre. A este comportamiento se le conoce popularmente como «honne y tatemae” (本音と建前).
«Honne” es la forma de comportarse tal y como se es, vale decir dentro del entorno familiar o con los amigos de infancia; mientras que «Tatemae” hace referencia a optar por una postura según lo requiera la ocasión, en pocas palabras «actuar” y por lo general es pensando en el resto.
Aunque suene un poco analítico, se ha considerado un misterio social (visto desde la mentalidad occidental) ya que los japoneses son por naturaleza personas reservadas y viven dentro de una sociedad homogénea (similares entre ellos en rasgos físicos, costumbres, educación, idioma, etc.) haciendo que esto acentúe la empatía entre sí, al igual que la comunicación y compresión mutua sin necesidad de tantas explicaciones; como un entorno familiar para ser más explícito donde a un occidental le es muy difícil comprender ciertos aspectos desde su propia perspectiva llegando en algunos casos a malinterpretar comportamientos sin conocer la base.
En una sociedad como la latina, por mencionar alguna, se suele decir lo que se piensa y ser más extrovertido. Las personas suelen tomar la misma postura en cualquier lugar y el hecho de no decir lo que se piensa, se puede tomar como hipocresía; mientras que en el circulo social japonés podría decirse que es casi lo contrario ya que recomienda no incomodar a la otra persona con un comentario contradictorio o que podría de alguna manera hacerlo sentir mal.
Este fenómeno sociológico como suele ocurrir, tiene sus pro y contras. Lo positivo salta a la vista: una sociedad ordenada que acata las leyes y fomenta el respeto entre las personas. También evita crear pequeños conflictos, ya sea dentro del ámbito laboral como fuera de él. Los contra, es de suponer que esto puede generar estrés en algunas personas al no encontrar una forma de desfogar, creando en ocasiones ataques violentos de golpe o algún tipo de desorden psicológico.
Es difícil encontrar un punto de equilibrio para que una sociedad marche de forma adecuada, el «honne y tatemae” son tan solo una muestra de como una sociedad tan inteligente como la nipona, hace de esto una herramienta para poder amoldarse.
Lo que se debe tener muy en cuenta es no comparar comportamientos ya que Japón es una isla que ha caminado de forma paralela con Occidente durante la formación de su estructura social y que en un tiempo, por motivos de la guerra, sufrió la influencia occidental que movió un poco su sistema social .
Por: Luis Guillermo Shimabukuro