La violencia sexual es un tema difícil de abordar por su contenido legal además de médico y porque el sufrimiento de la víctima se extiende también a su familia y seres queridos. Muchas víctimas de violencia sexual no reportan el hecho nunca y sufren calladamente por años o toda la vida. Una cosa es cierta, la violencia sexual necesita ser entendida para fomentar su prevención y para poder dar tratamiento y apoyo a la recuperación de quienes han sido víctimas de alguna de sus formas. Absolutamente nadie merece ser víctima de violencia sexual.
Es necesario aceptar que la violencia sexual existe en todos los países y que las personas más vulnerables son quienes están más expuestas a sufrirla. La vulnerabilidad se refiere a factores que colocan a una persona en posición de desventaja. Los niños y adolescentes, las personas con discapacidad física o mental, los ancianos, las personas que están en cárceles o instituciones similares (hombres y mujeres), los refugiados, las víctimas de desastres, los migrantes son ejemplos de personas que están en posición vulnerable por falta de conocimiento, por causa de relaciones de poder, porque nadie nota el abuso, por convenciones sociales o temor al que dirán o porque son amenazadas o coaccionadas para que guarden silencio.
A continuación algunos mitos y realidades sobre la violencia sexual:
«La mayoría de abusos sexuales son cometidos por personas extrañas”
Realidad: La mayoría de abusos son cometidos por personas que la víctima (niño o adulto) conoce o ha visto antes. Un estudio realizado en Perú reveló que del total de mujeres adultas que habían sufrido violencia intrafamiliar, 47% fueron víctimas de abuso sexual por parte de sus esposos o convivientes. En caso de niños el abuso suele ser cometido por miembros de la familia, parientes, niñeras (o), cuidadores temporales, amigos, etc. Un sondeo publicado el año pasado en Brasil, mostró que 85,2% de violaciones sexuales ocurren en casa de la víctima o del agresor.
«El abuso sexual infantil es poco frecuente”
En España 23% de mujeres y 15% de hombres han sido víctimas de abuso sexual durante la infancia.
«Los violadores son hombres”
Aunque la mayoría de agresores son hombres, el agresor puede ser mujer.
«La mayoría de personas que cometen abusos sexuales son detenidas y apresadas”
Sólo un mínimo porcentaje de agresores son detenidos y juzgados por sus crímenes. Una de las razones es que las víctimas no reportan el ataque por temor a un nuevo ataque ya que el agresor las conoce y puede localizarlas fácilmente; por vergüenza al que dirán o porque muchas veces se sienten culpables de haber propiciado el ataque.
Juzgar a las víctimas es un error común.
No se puede culpar a nadie por haber confiado en un vecino o conocido; por haber recibido una bebida que contenía alguna droga incapacitante, por haber transitado un lugar oscuro, por volver tarde del trabajo, por no haber podido gritar o escapar del agresor, etc.
Muchas veces se piensa que vestir llamativamente es una invitación al ataque sexual. Un reciente estudio en Brasil arrojó como resultado que el 65% de encuestados hombres piensa que las mujeres que usan ropa que muestra el cuerpo merecen ser atacadas sexualmente. Resulta difícil de entender que hay quienes consideran que la violencia debe existir. Especialmente cuando se sabe que la mayoría de agresores no busca la satisfacción de una relación sexual, sino una oportunidad para hacer despliegue de poder y dominación a través de la violencia. Investigaciones demuestran que los agresores han sido también víctimas de alguna o varias formas de violencia en algún momento de su vida.