El 11 de marzo del 2011 muchos corazones dejaron de latir. Ese mismo día, en medio del miedo y el dolor, nacieron varios niños; ellos cumplirán 1 año y para ellos está escrita esta nota y a ellos les queremos decir: «Feliz cumpleaños”. Dicen que el futuro son los niños y en momentos así, esta frase no puede ser más real.
UNICEF publicó hace unos meses una página Web en donde se recogen las historias de 11 niños que nacieron durante esas duras horas, sin agua, sin luz, abrigados por mantas en medio de un frío atroz, con el pánico de sus madres y la incertidumbre por no saber si el resto de sus familiares estaban a salvo. Pero ellos decidieron llegar y demostrar que la vida sigue contra viento y marea, que por más tristes que resulten algunos momentos siempre habrán motivos para sonreír y seguir luchando.
La cifra de fallecidos por el terremoto y el tsunami según las autoridades, al 20 de febrero del 2012, es de 15,852 y los desaparecidos suman 3,287. Los problemas de la planta nuclear de Fukushima son aún un tema latente; miles de personas han perdido todo y no logran conseguir trabajo; el camino para la reconstrucción es áun muy arduo.
Aquí algunas fotos y la historia de estos niños publicadas en dicha Web, las reproducimos con la intención de que no recordemos el 11 de marzo solo como un día triste, sino que pensemos que también ese día fue el inicio de muchas vidas y un renacer para todos, una vida que tenemos que disfrutar cada segundo intensamente y llenos de esperanza. Porque Japón y nuestros hijos se lo merecen.
Para la familia Sato (Minami Sanriku-cho, prefectura de Miyagi), el nacimiento del bebé ha sido la salvación de todos. Dice la mamá del bebé: «Di a luz a las 4:17 am. y por eso mi esposo y mi madre pidieron descanso en sus trabajos; al estar todos juntos nos salvamos del tsunami. Mi esposo trabaja en una casa de ancianos de Minami Sanriku-cho donde unas 50 personas han fallecido. Porque nació mi hijo todos nos salvamos, por ello siempre le decimos a él ¡gracias por haber nacido!”.
Familia Nagao (Ciudad de Ishinomaki, prefectura de Miyagi), el bebé nació a las 7:48 am. Poco después de llegar el papá del bebé al hospital, empezó el terremoto. Se escuchaban gritos de las enfermeras que decían: ¡no se muevan, es peligroso!, las enfermeras tampoco podían mantenerse de pie. Luego vino el anuncio de la ciudad que repetía: ¡Viene el tsunami!. El primer piso del hospital se inundó, subieron a la madre y al bebé recién nacido al 3er. piso, hacía mucho frío y trataban de controlarle la temperatura abrigándolo con frazadas. Desde el hospital se veían los incendios y durante 5 días no pudieron salir del hospital.
Familia Matsuhashi (Ciudad de Sendai, prefectura de Miyagi). La madre dió a luz en el hospital para niños de la prefectura de Miyagi (Kenritsu Kodomo Byoin) a las 11:04 am. Después vino el terremoto, a pesar de que el niño sufría una dolencia cardiaca su padre tuvo que dirigirse a la municipalidad para atender a la gente y tomar medidas contra el desastre ya que era funcionario público. Para la mamá había comida que ofrecía el hospital, pero para los familiares no. Como no había agua caliente no podían limpiarle el cuerpo al bebé; pero dice la madre sonriendo: «Comparado con las dificultades que pasaban todos, eso no es nada”.
Familia Nishimura (Ciudad de Sendai, prefectura de Miyagi). Nace a las 13:13 pm., cuando la madre estaba preparándose para darle el pecho ocurrió el terremoto, para protegerlo ella se puso sobre él. Esa noche no hubo electricidad, estaba nevando y hacía mucho frío. Lo único que la madre deseaba para su hijo era: «Espero que sea una persona que pueda comprender la importancia de la vida”.
Familia Kawaguchi (Cuidad de Nihonmatsu, Prefectura de Fukushima). El terremoto ocurrió en medio de la labor del parto. La mamá Yukiko, se refugió de inmediato en el estacionamiento del hospital; dentro del coche, con el asiento inclinado y un futón, se improvisó una sala de parto. Yukiko recuerda: «Me ayudó mucho que el doctor y las enfermeras estaban calmados. No hubo agua caliente para bañar al bebé y para no olvidar la hora del nacimiento, 15:13 pm., la enfermera lo escribió en el pie del bebé con un plumón”. Para agradecer el nacimiento de su niña los padres decidieron que su nombre llevara el kanji 「