En estos tiempos, vivimos en sociedades muy ocupadas, realizando actividades propias de un mundo con gran adelanto y tecnología que muchas veces dañan a la madre naturaleza. Uno de los grandes problemas que se enfrenta es la gran cantidad de residuos que producimos y que genera grandes volúmenes de basura cuya toxicidad representan un peligro para nuestra salud. Al mismo tiempo, las reservas naturales de materias primas y las fuentes energéticas disminuyen mientras los costos de su extracción aumentan y son motivos de graves impactos ambientales y desequilibrios sociales. Estamos inmersos en la cultura del usar y tirar, y en la basura de cada día están los recursos que dentro de poco nos harán falta.
Cada ciudadano genera en promedio 1 kg. de basura al día (365 kg por persona/año). Esta basura doméstica va a parar a vertederos e incineradoras. Buena parte lo constituyen envases y embalajes, en su mayoría de un sólo uso, normalmente fabricados a partir de materias primas no renovables, o que aun siendo renovables se están explotando a un ritmo superior al de su regeneración (Ej. la madera para la fabricación de papel) y difícilmente reciclables una vez se han utilizado.
Los vertederos ocupan mucho terreno y contaminan suelos y aguas. Incinerar la basura tampoco es la solución, pues se emiten contaminantes atmosféricos y se producen cenizas y escorias muy tóxicos. Para que las cosas cambien, TODOS tenemos que responsabilizarnos y actuar, adquiriendo nuevos hábitos de compra y recuperando buenas costumbres.
EL CONCEPTO DE LAS TRES «R”
REDUCIR: es lo primero que tenemos que tratar de hacer porque es la mejor forma de prevenir. Esto quiere decir que hay que EVITAR que se genere la basura comprando sabiamente y utilizando los productos de manera correcta, comprando siempre productos con menor cantidad de envase y reducir al máximo la compra de envases que contengan sustancias peligrosas. Otra forma de reducir basura es no desperdiciando alimentos y evitar comprar productos descartables.
REUSAR: es tratar de darle algún uso a la basura antes de tirarla, por ejemplo, forrar las cajas, frascos o latas y usarlas para guardar cosas.
RECICLAR: es una actividad que desarrollan muchas empresas y personas, consiste en rescatar la basura para volver a utilizarla. Del papel y cartón, se puede recuperar cerca del 40% a través del reciclaje, si no están revueltos con basura que los moje o manche. En la actualidad se reciclan materiales muy diversos; los más comunes son el papel, el vidrio y los envases. Otros materiales que se reciclan son las pilas y baterías, pues son altamente contaminantes.
Por último, el compostaje es la forma que tiene la naturaleza de reciclar sus propios residuos. Se trata de la descomposición controlada de materiales orgánicos por la acción de varios microorganismos e invertebrados. Más del 50% de los residuos domésticos pueden reciclarse con este método.
Hay quienes piensan que a las tres «R” habría que agregarle algunas R más. Por ejemplo REPENSAR: algunos productos deben ser rediseñados para hacerlos menos contaminantes. REPOBLAR, como en el caso de los bosques.
DATOS:
Un litro de aceite vertido a la red de alcantarillado contamina 1.000 litros de agua, cantidad suficiente para el consumo de agua de una persona durante 14 años. EVITEMOS hacer esto.
El aceite utilizado hay que depositarlo en un recipiente y llevarlo a contenedores ecológicos (consulte en su prefectura); si no tenemos ésta posibilidad, en los supermercados hay bolsas especiales y productos que cuando se echan en el aceite caliente lo convierten en una masa (Ejm.: katameru tempuru) pudiendo ser desechado con la basura combustible; pero si no deseas gastar, deposite los restos dentro de un envase o sobre papel periódico para que se absorba y deposítelo en la basura combustible (moeru gomi). Ciudades como Hirata, procesa y reutiliza aceite de cocina como combustible en los buses urbanos, reduciendo el gasto en combustible en 500,000 yenes en 6 meses.
Escrito por: Fabiola Oshiro