En la sucursal de Don Quijote en Asakusa, Tokio, se ha implementado una nueva política que permite a los empleados sentarse mientras trabajan, con el objetivo de reducir la fatiga y mejorar el servicio al cliente. Esta medida, introducida a principios de abril, responde a las quejas de empleados que pasaban largas horas de pie, a pesar de los tapetes acolchados para aliviar el dolor. La iniciativa ha recibido una respuesta positiva, y se está considerando expandirla a otras áreas de la tienda.
A nivel general, la campaña para permitir que los empleados de atención al cliente se sienten está ganando terreno en Japón. Mynavi Corp. lanzó en marzo la iniciativa «Suwatte Iissu», que busca mejorar la retención de empleados y ampliar las oportunidades laborales para personas con discapacidad, embarazadas y ancianas. Según una encuesta de Mynavi, el 65% de los trabajadores desea poder sentarse en el trabajo, y el 19.7% ha renunciado por el dolor físico de estar de pie.
Mynavi ha colaborado con Sankei Corp. para diseñar un taburete compacto para empleados, que ya ha sido enviado a 35 ubicaciones de diversos negocios. La cadena de supermercados Belc también ha comenzado a ofrecer sillas en algunas de sus tiendas para mejorar la comodidad de sus empleados, inspirado por prácticas similares en EE. UU.
Además, Kaede Motegi, una trabajadora y estudiante, ha liderado una campaña para exigir que se proporcionen sillas a los empleados en su lugar de trabajo. La petición y el apoyo de los trabajadores han llevado al ministerio de trabajo a considerar una revisión de las regulaciones sobre el suministro de asientos en el ámbito laboral. Fuente: Asahi Shinbun Por Sebastian Burbano Beca Simpatizante Nikkei - JICA