Secundaria superior y Universidad por “Recomendación de aptitudes deportivas” (1)

Al termino exitoso de las Olimpíadas de Río, en Brasil, los atletas japoneses obtuvieron 41 medallas, la gran mayoría jóvenes que incluso eran estudiantes de la secundaria superior «koko” (ej: Miwa ITO, atleta en tenis de mesa, 15 años, Shoyo Koto Gakko, de Osaka) o de alguna carrera universitaria (ej: Yoshihide KIRYU, atleta de carrera de 100 y 400 metros, 20 años, Toyo Daigaku, de Tokio). También, se ha visto a dos jóvenes que tienen padres extranjeros y por ende se podría considerar «nikkei” porque en ambos casos la madre es japonesa. Se trata de Mashu BAKER (2) (Urayasu Koko, Anexo de Tokai Daigaku) que ganó la medalla de oro en judo categoría 90 kg. Y, Aska Antonio CAMBRIDGE (3) (Nihon Daigaku) que ganó la de bronce en carrera de posta de 400 metros.

Si bien muchos atletas pertenecen también a equipos de empresas importantes y gozan de una paga estable (salario), equipamiento y personal especializado para sus entrenamientos, dinero para participar de torneos internacionales, etc, no son pocos, principalmente en los deportes no muy conocidos o de poca afluencia pública, los que realizan un esfuerzo personal y familiar enorme para llegar al podio olímpico.

Sea el deporte que fuere, cuando ganan torneos locales o prefecturales a finales de la escuela secundaria intermedia “chugakko”, algunas escuelas de la secundaria «kokko” empiezan a abrir sus puertas a esos jugadores promisorios para que ingresen y formen parte de sus equipos. Los mismos maestros o «coach” de los diversos equipos suelen también promoverlos para que ingresen a escuelas mejor equipadas donde podrían fortalecer sus aptitudes y potencialidades. Desde luego, no por eso tienen la posibilidad de participar de inmediato en un torneo internacional o en una Olimpíada, pero hay casos de estudiantes de 14, 15, o 16 años que han logrado medallas y hasta récord olímpico, como ha sido el caso de Kyoko IWASAKI, oriunda de Numazu, prefectura de Shizuoka, quien obtuvo la medalla de oro en 200 metros de natación en las Olimpíadas de Barcelona (1992), a los 15 años recién cumplido. Y en el caso de Rikako IKEE, de 15 años actualmente, si bien esta vez no pudo obtener medalla alguna en Río, es campeona nacional de natación en estilo libre y mariposa y estudia en la escuela Shutoku Sugamo Kotogakko; aunque, para sus entrenamientos y participación en torneos ya está registrada en el Club Renaissance Kameido que financia sus viajes y gastos y los costos del entrenador.

En la medida que logran resultados en torneos nacionales o regionales o en el famoso «kokutai” (torneo nacional de deportes que se realiza cada año en una Prefectura diferente), las mismas escuelas y universidades, sean públicas o privadas, van en busca de los futuros atletas y suelen becarlos íntegra o parcialmente para que puedan estudiar y entrenarse.

A diferencia de lo que muchos piensan, las aptitudes deportivas no es condición suficiente para que puedan obtener este «suisen” o recomendación para ingresar a una escuela de «elite” o universidad. También, es necesario que tengan una calificación académica buena o aceptable y sigan estudiando adecuadamente para obtener los créditos necesarios para su graduación. Si bien tienen diversas facilidades y consideraciones, no pueden dejar de estudiar ni quedar eximido de los exámenes semestrales y reportes. Desde luego, depende de la escuela o la universidad, donde cada uno tiene sus propias reglamentaciones y prácticas.

Los que están en natación o en el fútbol, ya desde la secundaria suelen tener un lugar en alguna escuela y en un club privado de cierta importancia e incluso hay atletas que logran ser del seleccionado nacional. En el fútbol, hay varias categorías juveniles y si logran estar en los niveles máximos, las oportunidades de hacer cierta carrera deportiva son altas.

Sin embargo, la competencia es feroz y las exigencias físicas y psicológicas son enormes. La familia debe hacer un enorme esfuerzo económico porque los que logran una paga estable o un patrocinador son contados con los dedos de una mano. El famoso atleta de gimnasia artística, Kohei UCHIMURA, que es medallista de oro en varias oportunidades, sus padres han montado un gimnasio propio en su propio domicilio cuando se percibía un futuro interesante para su hijo, endeudándose por más de un decenio. Detrás de todas estas historias exitosas, existen esfuerzos y sacrificios incontables de los padres, maestros y profesores que confiaron en la aptitud de un niño o joven.

En algunas ocasiones algunas madres latinas me han consultado sobre estas posibilidades porque veían que sus hijos eran «buenos” en el futbol, pero solo se abren estas puertas de ingreso preferencial a la secundaria superior o a la universidad cuando logran ganar en los torneos o campeonatos regionales de suma importancia o en el nacional. Además, el mismo joven debe llevar una vida disciplinada y ordenada porque la vida de un atleta tiene exigencias muy rígidas que implica renunciar a muchas cosas mundanas y cotidianas.

Y aun logrando una medalla olímpica, son muy pocos los que pueden seguir en su mundo deportivo como instructor, comentarista, etc. Algunos siguen como profesionales, si son contratados como tal, principalmente en el futbol donde hay una Liga con clubes que pueden pagar remuneraciones interesantes, pero en su gran mayoría deben buscar otras profesiones o actividades relacionadas para vivir como simples asalariados o académicos (algunos siguen el posgrado hasta doctorarse y siendo medallista logran un puesto de profesor titular en alguna universidad, pero son los menos). Y no son pocos los que estudian luego el magisterio para ser maestro de escuela o hacen una especialización para trabajar en el desarrollo y diseño de productos o ropa deportiva, ofreciendo su experiencia y conocimientos.

Lo importante es que en Japón estas oportunidades, si bien no es como en Estados Unidos donde un atleta puede llegar a ser multimillonario, otorgan un camino para ser atletas destacados que pueden brillar en los campeonatos mundiales y en las Olimpíadas. Más allá de los presupuestos públicos que tienen las federaciones de cada deporte y el ente público que moviliza recursos para fortalecer la participación y los resultados olímpicos de determinadas disciplinas, y los premios a que son sujetos los medallistas, también deben pensar y construir su propio futuro laboral porque una medalla de oro no garantiza una asignación vitalicia como sucede en algunos países del mundo.

(1) Usualmente, se denomina «sport suisen スポーツ推薦”.

(2) Mashu Baker, nacido en 1994 en Tokio, de padre norteamericano y madre japonesa. Ganó la medalla de oro en Rio en la categoría de 90 kg. En JUDO. En el Campeonato Mundial de Judo de 2015 obtuvo la medalla de bronce, pero hasta ese entonces sus resultados no fueron muy buenos y actualmente es estudiante en la Universidad de Toyo, en Tokio.

(3) Aska Antonio Cambridge, nacido en 1993, de padre jamaicano y madre japonesa. A los dos años viene a Japón y estudia la primaria en Osaka. Luego, la secundaria básica en el Fukagawa Dai 3 Chugakko del distrito municipal Koto-Ku de Tokio, la secundaria superior en Tokio Koto Gakko y la universidad Nihon Daigaku (conocido como Nichidai). Actualmente, pertenece a la firma DOME.

Por: Lic. Alberto Matsumoto

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