La Iontoforesis es un método que permite la aplicación de productos cosméticos en la piel mediante iones. Dicha penetración se produce sometiendo a las sustancias a un campo eléctrico de corriente de iones positivos y iones negativos, los cuales migran hacia los electrodos de polaridad inversa a ellos, o sea, los iones negativos se dirigen al electrodo positivo y los iones positivos al electrodo negativo.
La velocidad con que penetran los iones depende de la cantidad de corriente que circula (intensidad de campo eléctrico) y del tiempo de aplicación. Gracias a la iontoforesis, se han obtenido efectos interesantes en los tratamientos de belleza, por sus propiedades de penetración a mayores niveles de profundidad y por consiguiente aumento del rendimiento de los productos.
¿En qué consiste el tratamiento?
En los tratamientos faciales, la iontoforesis se realiza utilizando electrodos metálicos especiales. La técnica consiste en deslizar lentamente estos accesorios sobre la superficie facial, previamente higienizada y humedecida de forma permanente con agua mediante productos.
Se coloca el producto ionizable ya sea directamente o bien embebiendo una gasa en dicho producto de consistencia líquida (lociones, sueros, geles). Incluso, una alternativa válida consiste en el empleo de máscaras de gasa que existen en el mercado para tal fin, las que deben ser humedecidas previamente. Luego se deslizan los electrodos sobre ella de forma lenta.
Beneficios:
- Profundiza la penetración de productos.
- Limpia la piel.
- Mejora la oxigenación y circulación.
- Disminuye la aparición de arrugas.
- Atenúa las ojeras.
La duración de la iontoforesis facial es de aproximadamente 10 minutos y con un aparato portátil puede realizarse el tratamiento usted misma, la frecuencia de las sesiones depende de la necesidad propia de cada persona.