El 2021, un año de vacunación para el coronavirus

Tras un terrible 2020 marcado por la pandemia del COVID-19, los deseos de salud y prosperidad para el Nuevo Año han sido más sinceros que nunca. Aunque nos tememos que los buenos deseos sólo se harán realidad con la prevención de la enfermedad infecciosa. Para ello, nos dicen, el mejor método es la vacunación.

Generando inmunidad contra el coronavirus no sólo se salvarán miles de vidas humanas y se ahorrará mucho dinero a los sistemas de salud, sino que además se permitirá la recuperación de la actividad económica. Por esta razón el gobierno japonés, al igual que el de muchos otros países, ha desplegado un programa de vacunación masiva para el primer semestre de este año.

Programa de inoculación japonés

El plan de inoculación gubernamental está previsto que se inicie este mismo mes de febrero, comenzará con la vacunación del personal sanitario, y seguirá con la de la gente mayor en marzo, avanzando hacia la vacunación general a partir de abril con el objetivo de concluirla durante el primer semestre del año, justo antes de los Juegos olímpicos de Tokio. Es posible, sin embargo, que el calendario no pueda cumplirse debido a la gran demanda mundial de vacunas y a la fuerte competencia por obtenerlas.

El programa apunta a toda «la población del país” —incluida la población de origen extranjero— y a todo el territorio japonés en las instalaciones asignadas para ese fin por las distintas municipalidades (hospitales, clínicas, ambulatorios, gimnasios, recintos feriales y/o centros comerciales) y a través de un sistema de reservas para los residentes de la municipalidad. Además, el programa asegura la administración de la doble dosis recomendada por persona de forma gratuita, tal y como aprobó la Dieta nacional en el pasado mes de diciembre.

Vacunas importadas para el coronavirus

Se espera, pues, que el programa de inoculación japonés se inicie en breve, con la vacuna de Pfizer/BioNTech desarrollada por la empresa farmacéutica norteamericana Pfizer y su socia alemana BioNTech, con las que Japón tiene acordada la entrega de 120 millones de dosis para inocular a 60 millones de personas a lo largo del primer semestre de este año. Igualmente, el gobierno tiene hecho un pedido a la empresa biotecnológica norteamericana Moderna de 40 millones de dosis de su vacuna para inmunizar a 20 millones de ciudadanos en este mismo primer semestre.

Cabe señalar que, tanto la de Pfizer/BioNTech como la de Moderna son vacunas de ácido nucleico (ADN y ARN mensajero, ARNm) que se pueden lograr en pocas semanas —de ahí su relativa rápida aprobación en numerosos países del mundo— y significan una revolución en el concepto de diseño y elaboración de vacunas pues usan el propio organismo para producir algunas de las proteínas virales para inducir la respuesta inmunitaria contra el patógeno. Ambas han demostrado una efectividad en la prevención de la infección entorno al 95% y generan unas grandes expectativas de éxito inmunológico.

Para el resto de la población el gobierno japonés también llegó a un acuerdo con los fabricantes británicos de Oxford/AstraZeneca para la compra de 120 millones de dosis (60 millones de vacunaciones). A diferencia de las dos anteriores, la suya es una vacuna con vector viral, que utiliza como base otro virus (un adenovirus de chimpancé) genéticamente modificado para combatir el coronavirus. Su bajo coste y la facilidad de almacenamiento y distribución la hacen más atractiva respecto a las de ARNm, que sólo pueden ser almacenadas a temperaturas muy bajas.

Nadie sin vacuna

A pesar de que no hay acuerdos con compañías farmacéuticas nacionales para la compra de vacunas—por falta de plataforma de fabricación autóctona—, vemos que el número de vacunas pedidas por el gobierno japonés a farmacéuticas extranjeras excede el número de habitantes del archipiélago, confirmando que todos tendremos pronto herramientas para combatir el coronavirus.

DIÁSPORA

Por: Rosalia Avila Tàpies

E-mail: r.avilatapies@bcncenter.jp

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