El mundo ya pasó de los dos años de pandemia por coronavirus y más de un año desde la primera dosis de vacuna aplicada contra el SARS-CoV-2, y se llegó a vacunar al 61.1% de la población mundial, lo que representa casi 10 billones de dosis de vacunas aplicadas. Japón alcanzó el 79% de su población vacunada con dos dosis, el 80% con una dosis y 2% con tres dosis (202 millones de vacunas aplicadas en total).
Pero a pesar de estos números y cuando el mundo pensaba que por lo menos una parte de la población mundial ya casi alcanzaba las metas de vacunación y veríamos un mejor control de esta pandemia, y porque no su final, se reportó en Sudáfrica y Bostwana a fines de noviembre del 2021 una nueva variante del SARS-CoV-2, que la OMS denominó Ómicron y la consideró como una “Variante de Preocupación”. Desde entonces ya ha sido detectada en 149 países y en menos de dos meses Ómicron demostró ser una variante altamente infecciosa, más que todas las variantes del coronavirus reportadas a la fecha, y se volvió la variante dominante en el mundo desplazando rápidamente a la Variante Delta, y batiendo todos lo récords de infección por Covid 19 vistos en el mundo en dos años de pandemia, llegando a cifras de 3.6 millones de infectados por día (12 enero: 3,667,957) siendo EEUU con más de un millón y medio de infectados por día el país con más contagios, seguidos del continente europeo, donde países como Francia o Reino Unido cotaban sus infectados por encima de los 300 mil por día y España e Italia pasaban largamente de los 200 mil.
La realidad es que se estima que las infecciones diarias por Covid-19 son 4 a 5 veces mayores que las reportadas, ya que las características de esta variante Ómicron han llevado a las personas a comprar y realizar pruebas de antígenos en casa, sin que estos resultados sean reportados a las autoridades, o simplemente y debido a lo corto del proceso de enfermedad, no realizar ningún test de PCR o prueba molecular para descartar o confirmar la presencia de la infección por Covid-19 y guardar la cuarentena necesaria. Situación riesgosa e irresponsable que ha llevado a multiplicar exponencialmente el número de casos de coronavirus en el mundo, donde los infantes que aún no están vacunados (junto a los adultos anti-vacunas), han terminado llenando las salas de emergencia, hospitalización y cuidados intensivos de los hospitales.
La pandemia también nos ha demostrado que mientras continúe la inequidad en el mundo con la distribución de las vacunas, donde por ejemplo el continente africano alcanza solo un 10% de su población vacunada con dos dosis, la pandemia continuará, ya que la capacidad del virus de establecer nuevas mutaciones se mantiene intacta, llegando a establecer así nuevas variantes que replican las mutaciones con las mismas características, tal vez más infecciosas como hemos visto en Ómicron , más severas como en Delta, o tal vez alguna nueva variante con mayor letalidad.
Variante Ómicron
La variante Ómicron está presente en Japón desde diciembre 2021 y es responsable de la sexta ola del coronavirus, época en que el número de casos de Covid-19 por día no llegaba a 500, pero a partir de ahí rápidamente se multiplicó en solo una semana para llegar a más de 8,000 por día, confirmando así su carácter altamente contagioso.
Hasta la fecha son cinco las variantes que han recibido la designación de «Variante de Preocupación; Alpha del Reino Unido, Beta en Sudáfrica, Gamma en Brasil, Delta en la India y Ómicron del Sur de África. Las “Variantes de Interés» reportadas son Lambda del Perú y Mu de Colombia.
La primera variante del coronavirus SARS-CoV-2 reportada en Sudáfrica fue la Beta en el 2020, pero Ómicron se convierte en la “Variante de Preocupación” más rápida en ser denominada así por la OMS, La gran cantidad de mutaciones (50) que posee, incluyendo 32 mutaciones en el gen de la proteína de la espícula que el coronavirus
utiliza para adherirse a las células humanas, la hacen más transmisible y le permiten evadir fácilmente el sistema
inmunológico.
La proteína del pico del coronavirus de Ómicron tiene varias mutaciones que han sido encontradas en otras «variantes de preocupación” y que hacen al virus más infeccioso, aumentando su transmisibilidad, como las mutaciones N501Y, K417N, L452R, además de otras mutaciones como la D6I4G que ayudan al virus a adherirse mejor a las células humanas, o las mutaciones que ayudan a evadir el sistema inmune como la E484A, y que hacen al virus más peligroso al no poder ser reconocido por algunos anticuerpos, ya sean los neutralizantes estimulados por las vacunas o aquellos que son la base del tratamiento con los anticuerpos monoclonales.
Síntomas
Basados en los millones de personas con Covid-19 en el mundo y los últimos reportes científicos podemos afirmar
que personas completamente vacunadas pueden ser infectadas con la variante Ómicron y pueden transmitir el
virus a otras personas, Esto es algo que sabíamos desde el inicio de la vacunación mundial cuando se afirmó que
las personas vacunadas estaban protegidas contra la enfermedad severa y hospitalización o muerte, pero eran
susceptibles de infectarse.
También sabemos que Ómicron causa una enfermedad por Covid-19 más leve que el coronavirus inicial de Wuhan
y los síntomas que presenta son más parecidos a los de una gripe común. La explicación científica es que el
coronavirus con las mutaciones de la variante Ómicron han demostrado tener mucha mayor afinidad por las
células nasales y de la orofaringe, pero poca afinidad por los receptores de las células pulmonares, convirtiéndose
así en una enfermedad del aparato respiratorio superior, aunque no deja de ser una enfermedad sistémica que
sigue produciendo hospitalizaciones y muerte en aquellos que no recibieron ninguna dosis de vacuna.
Hasta ahora los síntomas más frecuentes han sido rinorrea (secreción nasal), malestar general, dolor de
cabeza, fiebre, dolores musculares, y dolor de garganta con tos discreta.
Los síntomas desaparecen a los 3 días, pero persiste un leve malestar general. La fiebre, característica indiscutible de la infección por Covid-19, puede no estar presente en la mayoría, y si aparece no llega a ser mayor a 38*C con duración muy corta y de solo hasta 2 días.
Como parte del tratamiento antiviral contra el riesgo de las complicaciones del coronavirus (hospitalización/ muerte), el gobierno de Japón aprobó el 24 de diciembre 2021 el uso vía oral por 5 días en 4 cápsulas cada 12 horas, del Molnupiravir de laboratorios Merck, que está indicado en personas que tienen un test PCR positivo a Covid-19, y
que tienen el riesgo de hacer alguna complicación de la enfermedad al tener más de 60 años, o ser portadores de
alguna enfermedad crónica, como diabetes, hipertensión, obesidad, asma, cáncer, etc. La efectividad del Molnupiravir es parcial y se sitúa entre el 30 y 50%.
Laboratorios Pfizer también sacó al mercado un antiviral de uso oral y por 5 días, cuya efectividad es del 80% y fue aprobado por la FDA de EEUU el 22 de diciembre, así que es probable que cuando Ud. lea estas líneas su uso de emergencia ya esté aprobado en Japón.
Es importante recordar que no existe un tratamiento contra el coronavirus SARS-CoV-2 y que la vacunación
sigue siendo la mejor forma que tenemos de prevenir las complicaciones con una forma severa de enfermedad
por el coronavirus, Es necesario mencionar también que a pesar de la vacunación las personas deben continuar con
las medidas de prevención: el uso de mascarilla, el lavado de manos, el uso de alcohol, la distancia de dos metros, y
deben evitar lugares públicos y cerrados o espectáculos en vivo, ya que la pandemia por ahora aún no acaba y seguirá cobrando más vidas.
El test de PCR o prueba molecular es muy importante para determinar el grado de infección en la comunidad y
tomar decisiones de cuarentena y aislamiento.
El Covid-19 (al 14 de enero 2022) ya lleva: un total de 319,712,002 — infectados, 5,519,885 muertes, con 9,552,069,182 dosis de vacunas administradas, en 222 países y territorios del mundo según datos del Centro de
Sistemas, Ciencia e Ingeniería de la Universidad John Hopkins.