Consultas: “Sobre nuestros hijos”

En esta oportunidad llego a ustedes con esta primera entrega de algunas consultas recibidas durante el año pasado y que por su contenido y en beneficio de nuestros hijos, considero oportuno compartir con ustedes a fin de que puedan servir de ayuda a más personas que puedan verse en situaciones similares.

«Tengo una hija de 2 años y es hija única. Hace poco entró a la guardería porque yo tengo que trabajar. Desde el principio lloraba pero ahora es peor y se me parte el corazón. Le he hablado y no entiende. ¿Qué puedo hacer para que me entienda y vaya sin llorar?”

Lo primero que le aconsejo es tranquilizarse porque su propia angustia se refleja en ella causándole «ansiedad a la separación”. Es tan solo una niña de dos años y no puede entender ni reaccionar como un adulto. Por las noches antes de dormir, trate de pasar unos momentos con ella, léale un libro y quédese hasta que se duerma. Aliste las cosas de la niña y póngalas en la puerta para que no tenga tanta prisa por la mañana. Trate de dormir temprano y despertarse media hora antes para que le de tiempo hacer las cosas para que con sus prisas no altere a su niña. Ponga música relajante desde por la mañana y si ella empieza a llorar abrácela y dígale que la quiere mucho. Haláguela, bésela y reafirme con palabras que volverá por ella igual que siempre. De lo que se trata es de infundirle seguridad, así poco a poco al verla a usted relajada, ella también se tranquilizará.

«Tengo 15 años y me siento muy triste y sola. Me llevaron a Perú cuando era niña porque mis padres se estaban divorciando. Ahora mi madre tiene otro compromiso y está embarazada y mi padre también ya tiene otra familia. Mi mamá dice que soy «insoportable” y me mandó con una tía. Mi papá no me llama casi nunca porque según él ya tengo «otro” papá, pero lo extraño. ¿Qué puedo hacer para que me quiera y me llame más seguido?

La respuesta a tu pregunta es muy profunda, pues tú no tienes que hacer nada para que te quieran, ellos ya te quieren y no tienes que llamar la atención siendo «insoportable”. El problema es la falta de comunicación entre todos para aclarar las cosas. Tú no eres culpable ni responsable de nada. Yo creo que así como me llamaste a mi puedes hablarle a tu papá o escríbele una carta. Dile lo que piensas y sientes y claramente sin rodeos que quieres que te llame más seguido y que lo extrañas.

Consejo a los padres: La mayoría de los chicos que se portan insoportables es porque tienen miedo y la inseguridad los hace exigir más atención. Hable con ellos, abrácelos y reconfírmeles su amor.

«Soy una madre de dos niños de 6 y 7 años y me siento muy preocupada porque hace algunos días los encontré mirando una revista pornográfica. No sé cómo actuar ni qué decirles”.

Le sugiero respirar profundamente y tranquilizarse un poco para poder actuar más razonablemente. Más serena, piense que la revista no llegó sola a la casa y que ellos no tienen edad para ir a comprarla ni por curiosidad. Segundo, no tiene usted que hacer nada, ni enojarse ni ponerse a darles una cátedra de sexología, ya que los niños no se lo están pidiendo ni muestran especial interés y en este caso, fue simplemente curiosidad de ver algo llamativo en su casa. La pregunta ahora sería ¿cómo hacer frente a las manifestaciones sexuales del niño cuando se presentan? Ante todo, sin angustia ni pánico. Compre un libro sobre desarrollo infantil y manténgase informada. Si su hijo le hace una pregunta, limítese a contestar lo que le preguntan sin entrar en detalles y mencione las cosas por su nombre y no las adorne. Si no sabe que hacer o que responder es mejor no hacer nada ni mentirle, dígale que van a investigar y pida orientación. La mejor educación es el ejemplo. Mucho ánimo, amor y paciencia.

«Soy latina casada con un japonés. Tengo una hija de 10 años de mi anterior compromiso y hace un año que acaba de llegar de mi país para vivir con nosotros. El problema es que por las noches no puede dormir y en el día es agresiva. Le he hablado y no entiende, tengo miedo que mi matrimonio fracase y además la situación es tan insoportable que ya no sé qué hacer con una hija que apenas estoy conociendo y que no se adapta ni al idioma ni a las costumbres”.

El problema es complejo y no tan fácil contestar en unas líneas. Quisiera que piense usted primero y enumere las preguntas en el orden de importancia para que tenga una idea clara de lo que quiere. Quiero que comprenda que su hija es una niña, ha venido de otro país y ahora está tratando de adaptarse pero como no entiende el idioma pensará que sus compañeros se burlan de ella. Sus reproches producto de la desesperación hacen más penosa la situación. Para ayudar a su hija es preciso que entienda que el miedo es una emoción resultante de sentimientos de inseguridad. Reprendiéndola aumenta su angustia y generará que su autoestima se deteriore. Trate de abrazarla y acariciarla sin decir nada, sea muy paciente y no se enoje con ella, en lugar de forzarla a que se calme muestre comprensión y respeto por su miedo. Su amor será el mejor antídoto contra el miedo.

Por: Irma Aráuz

Psicóloga clínica (Práctica privada)

Profesora de español en la universidad de Chiba, Rikkyo, Aoyama, Seikei y Taisho.

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