El 18 de junio, un terremoto de magnitud 6.1 afectó Kansai. Casi el 18% de residentes extranjeros en Japón viven en dicha zona. Japón es frecuentemente afectado por desastres naturales. Terremotos (地震jishin) y temblores (揺れyure) de diversa intensidad ocurren casi diariamente. Los maremotos (tsunami) y lluvias torrenciales (大雨ooame) son causa de inundaciones (洪水kouzui) y deslizamientos (土砂崩れdoshakuzure・土砂災害doshasaigai). Los tifones (台風taifuu) o tormentas tropicales ocurren cada verano; mientras que las erupciones volcánicas (火山kazan噴火funka) pueden ocurrir en cualquier momento.
Aunque Japón cuenta con un excelente sistema de alerta y respuesta a los desastres, la economía, desarrollo y vida social del país se ven afectados por la magnitud y número de desastres, algunos de los cuales están considerados entre los 10 peores del siglo 21.
Salud antes y después de un desastre
Los desastres ponen en riesgo la salud y la vida de las personas. Entre los efectos a corto plazo están las heridas, lesiones, asfixia, etc. Si ha habido daños en los servicios de salud, al deterioro de la situación sanitaria se suman la falta de agua y desagüe que facilitan la presencia de infecciones tales como el cólera entre los que tienen que vivir hacinados en los lugares de refugio (避難所hinanjo) por tiempo prolongado. La escasez de alimentos afectará la nutrición si nos descuidamos. Por último, el comportamiento social y psicológico de las comunidades afectadas sufrirá alteraciones que incluyen el desplazamiento a otros lugares, estrés y otros problemas de salud mental no menos importantes. La separación de familiares y amigos, pérdida de bienes, pérdida de trabajo, inseguridad e incertidumbre afectan a hombres, mujeres y niños y son causa de violencia intrafamiliar (家庭内暴力kateinai bouryoku), depresión (うつ病 utsubyou), etc. Es recomendable que quienes viven en Japón se preparen para los desastres, sepan a donde ir y como mantenerse informados en caso de uno, participen en simulacros, se organicen y compartan información sobre como actuar en caso de desastres con familiares, amigos y vecinos.
Vulnerabilidad en caso de desastre (災害時saigaiji要援護 youengosha)
Según la Federación de la Cruz Roja Internacional, vulnerabilidad es la capacidad disminuida de una persona o un grupo de personas para anticiparse, hacer frente y resistir a los efectos de un peligro natural, y para recuperarse de los mismos. La vulnerabilidad casi siempre se asocia con la pobreza, los pobres sufren más en los desastres. En países más ricos, como Japón, la población posee mayor capacidad para resistir a los efectos de un peligro, está mejor protegida y dispone de sistemas de preparación y recuperación. Se considera vulnerables (要援護者youengosha) a los niños pequeños, mujeres embarazadas y madres lactantes, niños no acompañados, personas mayores sin apoyo familiar y personas discapacitadas.
Migración y vulnerabilidad
Los migrantes y refugiados son un grupo vulnerable y expuesto a un riesgo adicional en caso de desastres (OMS). La respuesta de muchos inmigrantes en Japón después del terremoto y tsunami de 2011 fue abandonar el país.