En Japón cada primer domingo de setiembre se realizan simulacros de evacuación en centros laborales, vecindarios y otros lugares, para prevenir en caso suceda un terremoto o tengamos que evacuar por inundaciones, lluvias torrenciales o tornados.
El 2 de setiembre se realizó en mi vecindario un simulacro de evacuación, en el que participamos un grupo de extranjeros. Comenzó a las 8:30 am., el municipio mediante su sistema de altavoces emitió una alarma para indicar el inicio de los ejercicios, en ese momento se tenía que evacuar y dirigirse a los refugios amplios, que generalmente son colegios primarios y secundarios, centros comunitarios, entre otros; es importante saber a donde ir y para ello hay que preguntar.
Hay que tomar atención a los anuncios de los altavoces, a veces estos son para indicar que una persona está perdida, generalmente se trata de niños o ancianos, también para indicar que hay algún incendio en algún determinado lugar, etc.
Volviendo al simulacro, se nos pidió escribir nuestros nombres, sexo, grupo de edad que pertenecemos (los grupos estaban separados cada 10 años) y el barrio donde vivimos. Es recomendable saber con anticipación cual es el barrio al que pertenecemos, pregunten a sus vecinos.
Luego nos dividieron en dos grupos, a un grupo le tocó lo referente a los primeros auxilios y al otro la repartición de víveres. Mi grupo fue el de los primeros auxilios; allí nos enseñaron como vendar, lo hicimos con una venda de forma triangular que por cierto es muy práctica pues sirve tanto para cubrir heridas hechas en las extremidades o para la cabeza. También nos enseñaron a fabricar camillas con una manta y dos palos que en este caso fueron de bambú, la camilla quedó muy resistente pues se pudo transportar en ella a una persona adulta. Todo esto lo practicamos en un ambiente que en caso de evacuar, serviría como enfermería.
Al otro grupo le tocó la repartición de víveres y armar baños provisionales. Había muchos voluntarios con unos chalecos, pude ver a tres grupos muy definidos:
– Los que dirigían y administraban a las personas.
– Los encargados de los víveres
– Los de primeros auxilios.
Le dije a uno de los encargados que nosotros éramos extranjeros, que cómo podríamos ayudar sin poder comunicarnos muy bien ya que no dominábamos el japonés y me dijo algo muy práctico: que hagamos lo que todos hacen.
Al final nos reunieron a todos en el coliseo del colegio y nos explicaron que durante los tres primeros días posteriores a un desastre los ciudadanos prácticamente nos las tendríamos que arreglar solos, por nuestros propios medios realizar actividades como: apagar incendios, trasladar heridos, limpiar las calles para un mejor acceso para las ambulancias, distribuir la comida y muchas tareas más. Tanto es así que el día del simulacro había personal del cuerpo de bomberos pero ellos solo se limitaban a observar los ejercicios, los que nos enseñaban y dirigían todo eran los propios ciudadanos.
En ese aspecto personalmente me quedó muy claro cuál es la actitud que hay que tomar en caso tengamos que evacuar y las resumiría en cuatro palabras, las «4S”: Seguridad, serenidad, solidaridad y simplicidad. Esta experiencia me ayudó mucho y me brindó mayor seguridad, les recomiendo consultar en su barrio, municipio o en la estación de bomberos si hay charlas o simulacros para que puedan participar.
Escrito por Juan Carlos Shimokawa.