Hoy se cumplen 27 años del Terremoto de Kobe o Gran terremoto de Hanshin-Awaji (阪神・淡路大震災 Hanshin-Awaji Daishinsai?), que a las 5:46:46 a.m. del 17 de enero de 1995 sacudió la ciudad con una magnitud de 7,2 durante aproximadamente unos 20 segundos, dejando a la cosmopolita ciudad de Kobe en ruinas.
El epicentro se localizó en la Falla Nojima a 16 km por debajo de la superficie, en el extremo norte de la isla Awaji, a 20 km de distancia de la ciudad de Kōbe.
Unas 6.434 personas (estimación final de 2006), principalmente en Kobe, perdieron la vida como consecuencia del terremoto, dado que era la ciudad más cercana al epicentro. También se registraron numerosos derrumbes e incendios en viviendas siendo estas las causas principales de las muertes. Según los datos oficiales,100.000 hogares quedaron completamente destruidos. La ciudad de Kobe fue la más afectada pues era la urbe más poblada de la zona (tenía 1,5 millones de habitantes en ese entonces).
El terremoto se sintió también con fuerza en la vecina prefectura de Osaka, la cual afortunadamente se libró de daños mayores; y con intensidad moderada en otras ciudades distantes como Nagoya e Hiroshima.
Este desastre natural causó pérdidas estimadas de 3 billones de yenes en daños. Es considerado el peor terremoto en Japón desde el Gran terremoto de Kanto en 1923, que se cobró 140.000 vidas, y ostenta el récord mundial en el Libro Guinness de los Récords del «desastre natural más costoso en caer sobre un país».
Elevemos una plegaria por las 6.434 personas que perdieron la vida esa fatídica madrugada del 17 de enero de 1995, y hagamos votos a fin de que tragedias como ésta no vuelvan a ocurrir ni en esta bella ciudad, ni en ningún otro lugar de Japón y del mundo.