Últimamente he recibido consultas de latinoamericanos que a pesar de haber pagado altas sumas de dinero, no les fueron resueltos sus problemas y en algunos casos, hasta se les complicó su situación porque no acudieron al profesional indicado. A fin de evitar estos problemas y de que ustedes puedan saber a quién recurrir, a continuación les explicaré las diferencias que existen entre las funciones de un bengoshi, un shihoshoshi y un gyoseishoshi.
A diferencia de los países latinoamericanos, en Japón, existen diferentes profesionales para realizar trámites legales. En primer lugar mencionaré al abogado (bengoshi) que es la persona que ha calificado satisfactoriamente la evaluación para acceder a la profesión de abogado aprobando el examen de abogado (shihoshiken) y que además ha finalizado y aprobado exitosamente la evaluación en estudio de justicia (shiho shushu no shuryo shiken), por lo tanto cuenta con una autorización y está calificado para labores y actos jurídicos en general. Por lo tanto, el abogado (bengoshi), puede realizar sin ningún tipo de limitaciones todo tipo de labores legales, como son: negociaciones, redacciones certificadas de valor legal para juzgados, litigios, también pueden realizar asesoría legal, etc. Los abogados, dependiendo de su especialidad, pueden manejar cualquier tipo de leyes para realizar sus labores.
Por otro lado, los redactores de documentos jurídicos (shihoshoshi) son personas que aprobaron el examen shihoshoshishiken; entre sus labores principales están los trámites de inscripciones en registros públicos y trámites de retención de garantía económica ante la oficina de registros públicos; cabe mencionar que este trabajo también lo puede realizar un bengoshi. Dentro de los shihoshoshi, algunos pueden hacer frente a problemas de derecho civil, siempre y cuando el litigio no sobrepase la suma de 1,400,000 yenes. En los casos en que la litigación sobrepasara el límite del 1,400,000 yenes o si el caso no se solucionara en la primera instancia, no podría continuar, se puede decir que solo pueden realizar una parte del trabajo del abogado.
Finalmente, los redactores de documentos administrativos (gyoseishoshi), son personas que han aprobado el examen gyoseishoshishiken y están autorizados para realizar trabajos de entrega de documentos a instituciones estatales, entre otros; tales como documentos de obligaciones y derechos, preparación de documentos de verificación. Estas labores también pueden ser realizadas por un bengoshi. Sin embargo el gyoseishoshi no puede realizar negociaciones, redacciones de contenidos conflictivos certificados, de valor legal para juzgados, litigios o asesoría legal. En resumen, el trabajo del gyoseishoshi, es básicamente hacer documentos, no pueden realizar asesoría legal.
En conclusión, un bengoshi trata las cuestiones legales, siempre desde el punto de vista, de lo que podría suceder, en caso de pleito (litigios) y tener que ir a juicio. En caso extremo de formarse un litigio o demanda, el bengoshi cuenta con el respaldo de poder forzar la situación a fin de que el incidente se resuelva, puede ejercer presión a la otra parte, facultades que no tiene un gyoseishoshi, pues no pueden ejercer ningún tipo de presión.
Ya son varios los casos que tras haber sido llevados por un gyoseishoshi llegan a mi despacho ya muy tarde, casos que si desde un primer momento hubieran sido llevados por un abogado hubieran podido ser solucionados satisfactoriamente. A partir de ahora, espero que este artículo les ayude a saber a qué profesional deben recurrir dependiendo del problema que se les presente. Es importante que sepan si están tratando con un bengoshi, un shihoshoshi o un gyoseishoshi, deben obligatoriamente verificar en manos de quién están dejando su caso. Aunque considero que es una obligación del profesional explicar claramente y con toda sinceridad y honestidad cuáles son sus limitaciones laborales.
Por: Dr. Shinsuke Nagayoshi Abogado Internacional