Amado u odiado, no cabe duda de que la música de Benito Antonio Martínez Ocasio, o mundialmente mejor conocido como “Bad Bunny”, es un éxito tras éxito. Entre los que destaca, claramente, Yonaguini, canción lanzada como sencillo musical en el 2021 y que volvió a poner en vitrina a la isla japonesa del mismo nombre.
Hace 35 años, al sur de la costa de Japón, el submarinista Kihachiro Aratake exploraba las islas de Ryukyu cuando descubrió una ‘ciudad’ sumergida bajo el mar para sorpresa de muchos.
Actualmente, en la denominada ‘Atlántida de Japón’, se encuentra una formación rocosa piramidal, la cual posee unos escalones simétricos y bordes con algunas señales de erosión. A pesar de haber sido estudiada por varios arqueólogos, geólogos y otros expertos, su origen continúa siendo un misterio.
“Se me erizaron los pelos, era abrumador”, recuerda Aratake, el descubridor de la misteriosa” ciudad de Yonaguini en declaraciones para la BBC.
Por otra parte, en los alrededores de esta misma “ciudad”, Masaaki Kimura, un geólogo marino de la Universidad de Ryukyus en Japón, halló un castillo, un estadio de dimensiones considerables y un arco del triunfo conectados por lo que parecen ser caminos antiguos y acueductos.
Tras su descubrimiento, en 1987, cientos de arqueólogos y exploradores han visitado el lugar en busca de obtener información sobre el origen del monumento de forma piramidal.
Diversos expertos afirman que esta misteriosa “ciudad” submarina se trata de un vestigio que proviene de una civilización llamada Jomon, la cual habitó el Pacífico hace aproximadamente 12 millones de años.
Mientras que otros investigadores señalan que recuerda las formaciones naturales presentes en otros lugares del mundo, como la Calzada del Gigante en Irlanda del Norte, cuya compleja trama de columnas de basalto se formó tras una erupción volcánica hace millones de años.
Pero, ¿Qué tiene que ver la isla y la misteriosa “ciudad” submarina con la canción homónima de Bad Bunny?
No solo el video musical de la canción hace referencia a diversos aspectos culturales y geográficos de la isla, sino también sobre la parte final del video musical vemos a un Bad Bunny en versión anime y cantando incluso en japonés.
Asimismo, y en términos precisamente de la historia que cuenta la canción, Bad Bunny intenta olvidar un interés amoroso, que parece vivir en Yonaguni. El cantante le dice a la mujer que estaría dispuesto a volar a Japón para reunirse con ella.
No es la primera ni será la última vez que la música latina se inspira en la cultura japonesa para crear nuevos contenidos artísticos. Vivamos orgullosos de nuestras raíces latinas y permitamos que esta crezca a través del contacto con la maravillosa cultura japonesa y sus misteriosas “ciudades” submarinas.
Por: Adrián Marcos García
Comunicador Audiovisual de la Pontificia Universidad Católica del Perú
E-mail: amarcos1771@gmail.com