Wabi sabi ¿Conoces su filosofía?

wabi sabiHace años atrás, recuerdo que un amigo me mostró un vaso de cerámica que le había obsequiado un japonés como señal de amistad, se trataba de un objeto hecho por él mismo. Era un vaso asimétrico color marrón, con una imperfección notoria, a medio pintar y que apenas si podía mantenerse en pie. Sinceramente me pareció algo horrible y divertido a la vez, pero por alguna razón extraña, sentí que aquel vaso pese a estar mal hecho, tenía un misterioso atractivo que no podía explicar. Pasó algún tiempo y por esas casualidades de la vida, ojeando una revista japonesa vi en un artículo un vaso de cerámica y recordé aquel vaso, solo que el de la revista lo consideré aún más desastroso ya que estaba roto en pedazos y al parecer sus piezas fueron unidas con oro; desde luego que el precio de aquel vaso era caro y supuse que sería por el oro malgastado en unir dichas piezas o por tratarse de alguna reliquia, aún así volví a sentir que ese deforme vaso tenía también su misterioso atractivo, una sensación aunque indescriptible en el idioma español.

Hace unos meses volví a encontrarme con un objeto similar solo que esta vez decidí indagar sobre que escondía dicha imperfección y me encontré con algo interesante que aquí comparto. Los occidentales, por lo general tenemos el concepto de relacionar la perfección con la belleza, vemos la simetría como algo «aceptable” y solemos etiquetar los objetos asimétricos como algo feo, para muestra podemos poner como ejemplo las gemas, aquellos simples cristales que para ser aceptados y realzar su belleza, necesitan ser trabajados y cortados a la perfección ya que de no ser así, no lucirían igual y perderían mucho su valor, pero ¿Dónde se encuentra realmente su belleza y valor?

No todos, pero si en un mayor porcentaje de personas, somos incapaces de captar el arte y belleza que esconde la imperfección, a esto en Japón se le conoce como «wabi sabi” ( 侘 ・寂 ), una palabra que no tiene un significado literal en el idioma español.

El «wabi  sabi” es un sentimiento que despierta la simplicidad, la imperfección, lo humilde, lo inacabado y lo rústico; el entender que la soledad y la carencia es posiblemente un paso de evolución.

Es captar la belleza dentro de la imperfección, encontrar el arte de lo sencillo sin quedarse atrapado en los patrones que nos han inculcado como concepto de «perfección sinónimo de belleza”, una forma de encontrar la felicidad y serenidad aceptando el ciclo de la naturaleza, este concepto de «wabi sabi » puede estar presente en objetos, la naturaleza, la literatura, etc.

Originalmente es una palabra proveniente de la filosofía budista y no tiene una explicación racional. Es algo que se debe sentir y que nace de uno mismo.

Wabi sabi es comprender que aquello que consideramos como «pobreza”, no es algo negativo, sino positivo. Es aprender a desprenderse de lo material y descubrir ese sentimiento que posiblemente tuvimos en nuestros orígenes y que se ha venido contaminando con la modernidad.

En la actualidad tenemos la tendencia a forzar la naturaleza para encontrar la belleza y la filosofía del wabi sabi nos muestra que la felicidad y serenidad se encuentra en aceptar el ciclo de la naturaleza.

El wabi sabi encierra muchos conceptos que no encajan con lo que conocemos como «modernidad”. Mientras normalmente nos centramos en mejorar la tecnología, en la perfección, en el control y lo que llamamos progreso; el wabi sabi se centra en la naturaleza, en lo imperfecto, en el fluir de las cosas sin forzar la naturaleza y nos muestra que la idea de «progreso” no existe, pues nada tiene un final.

Se dice que los japoneses captan el sentimiento del «wabi sabi” debido a que se les ha inculcado en su cultura y costumbres (como en la ceremonia del ocha, por mencionar uno), pero les cuesta explicar esa sensación a un occidental.

Antes, solía ver las cerámicas amorfas hechas a mano a medio pintar y me parecían horribles pero ahora, comprendiendo y sintiendo el concepto del «wabi sabi”, aprendí a captar la belleza en la imperfección y quizás por ello, beberme una taza de «ocha” o comerme un plato de «sushi” en una vajilla al estilo «wabi sabi”, haga que sienta más agradable su sabor.

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