Nuestros lectores con más experiencia de vida quizás estén más familiarizados con el término “shukatsu”, la práctica tradicional de contratación que predominó en todo Japón durante casi seis décadas.
Hasta hace unos años en Japón, y a principios del mes de abril, miles de estudiantes a punto de graduarse se paseaban con sus trajes de negocios y sus maletines llenos de currículos con la esperanza de conseguir un trabajo en una de las empresas con más reputación del país.
Este ritual conocido como shukatsu abarcaba a estudiantes de distintos años. Los estudiantes de tercer año, por ejemplo, dejaban de ir a clase para asistir a seminarios laborales organizados por la universidad.
Mientras que los de cuarto año, mandaban solicitudes de empleo y se embarcan en un estructurado proceso de selección para garantizar un puesto de trabajo al terminar la carrera.
Este sistema fue creado en 1953 por Keidanren, o también conocido como la federación de negocios japonesa que comprende más de 2,000 corporaciones y 100 grupos industriales. El shukatsu ofrecía empleos para toda la vida a los recién graduados quienes, a su vez, brindaban seguridad y estatus a las principales empresas japonesas.
Sin embargo, a partir del 2020, este sistema tradicional de búsqueda de empleo cambió para siempre tanto para las empresas como los jóvenes postulantes universitarios. Dejando atrás su rígida estructura de postulación y contratación de trabajadores.
La apertura tecnológica y la generación “millennial”
Muchos japoneses pertenecientes a la generación millennial, previo a los cambios realizados del shukatsu en el 2020, fueron a contracorriente priorizando la pasión por encima de las reglas sociales que puede llevar a una carrera más satisfactoria.
Gaiax, una empresa enfocada en las redes sociales fue una de las empresas que aprovechó esta forma de pensar de la generación millennial. Esta empresa atrajo a aquellos que abandonaron la idea de un trabajo para toda la vida, como promovía la cultura shukatsu.
Así como Gaiax, otras continúan brindando una alternativa al sistema shukatsu. La revolución tecnológica de los últimos años y la aparición de redes sociales de trabajo como LinkedIn permiten que los jóvenes universitarios tengas nuevas opciones para la búsqueda de trabajo.
Nuevos tiempos
Experimentar puede ser duro, pero Yuri Yamaguchi, de 34 años, agradece el cambio.
Piensa que “ofrece la posibilidad a los estudiantes de ser más maduros a la hora de enfrentar los siguientes pasos.”
Yamaguchi fue de las pocas estudiantes de su año que decidió ignorar la tradición shukatsu y optó por forjar su propio camino.
“Fue difícil llegar a mi graduación sin una oferta de trabajo o una plaza en una universidad. La presión social fue muy dura y dio muchos dolores de cabeza a mi familia”, recuerda.
A pesar de eso, consiguió un trabajo en una consultoría creativa global en Tokio.
“El cambio tiene que empezar en alguna parte y posiblemente habrá una generación de jóvenes que estará súper ansiosa. Pero he vivido esto sin ayuda y puedo decir que es posible hacerlo”, finaliza Yamaguchi.
Los sistemas siempre están expuestos a cambios, pero si hay algo con lo que nos podemos quedar comunidad Latin-a es la importancia de siempre valorar los procesos. Hay que reconocer que el trabajo y tiempo que le brindamos a cada postulación de trabajo siempre será un aprendizaje. Uno que será absolutamente nuestro.
Por: Adrián Marcos García Comunicador Audiovisual de la Pontificia Universidad Católica del Perú E-mail: amarcos1771@gmail.com