PERDÓN Y RECONCILIACIÓN

El tema del perdón es un tema muy importante porque hay muchos a quienes perdonar, hay mucho de lo que otros tengan, quizá que perdonarnos y hay mucho de que perdonarnos a nosotros mismos.

El perdón tiende a ser un proceso personal interior que no necesariamente requiere interactuar con el ofensor, mientras que la reconciliación es un proceso interpersonal donde ambas partes quieren y buscan arreglar y reparar la relación. Por lo tanto, la reconciliación involucra hacer pactos, acuerdos y/o restauraciones.

El perdón es diferente a la reconciliación, en tanto siempre la antecede, es decir, no hay reconciliación sin perdón, pero sí puede haber perdón sin reconciliación. El perdón tiende a ser un proceso personal interior que no necesariamente requiere interactuar con el ofensor, mientras que la reconciliación es un proceso interpersonal donde ambas partes quieren y buscan arreglar y reparar la relación.

Para que este proceso se dé, también es necesario que el ofensor sienta y muestre un arrepentimiento real. Aunque en la mayoría de las situaciones la reconciliación es el resultado más deseable, existen situaciones en las que reconciliarse puede representar un riesgo para la víctima y no es recomendable hacerlo, por ejemplo, en una relación donde la víctima
ha sufrido abuso físico o abuso emocional. En este caso, un proceso de perdón podría ser suficiente.

Cuando practicamos mindfulness o atención plena, nos damos cuenta de que el perdón, es un proceso natural que implica liberar resentimientos y rencores hacia alguien que nos ha lastimado. Mindfulness nos ayuda a tomar conciencia de nuestras emociones y pensamientos negativos asociados al resentimiento. Al estar presentes, podemos reconocer y aceptar estas emociones sin dejarnos atrapar por ellas.

Otro beneficio de mindfulness en la práctica del perdón es que nos permite ser más compasivos con nosotros mismo y hacia los demás. Al practicar la atención plena, aprendemos a aceptar nuestras imperfecciones y las de los demás. Esto nos ayuda a entender que todos cometemos errores, que somos seres humanos de una humanidad compartida y que el perdón es una forma de liberarnos de la carga emocional que llevamos.

Por último, nos ayuda a desarrollar la empatía hacia la persona que nos ha lastimado. Al practicar la atención plena, podemos observar y comprender los motivos y las circunstancias que llevaron a esa persona a actuar de la manera en que lo hizo. Esto nos ayuda a encontrar un espacio para perdonar y sanar.

Para terminar, me gustaría enseñarte un pequeño ejercicio de conexión para ti.

Concéntrate en tu respiración y siente como entra y sale el aire por tu nariz y trata de poner la atención a tus narinas cada vez que te distraigas. Por supuesto que te vas a distraer, pero no importa, vuelve tu atención a la respiración y di en voz alta: esto es lo que hay ahora y trata de tocar tus mejillas con las dos manos y acunar tu cara y decirte: te amo, estoy aquí para ti y yo te amo. Y si tienes algo que perdonar, perdónatelo con amabilidad y amor.

Cuando ya te sientas más tranquilo(a), pasemos a otro ejercicio de conexión:

  1. Piensa en alguien con quien quieras promover la conexión.
  2. Escribe una acción que realiza y que atiende necesidades importantes tuyas evitando incluir juicios. “cuando tú haces …”
  3. Escribe los sentimientos que detona en ti esa acción, “yo siento…”
  4. Escribe las necesidades que atiende en ti esa acción: “porque mis necesidades de x, y o z, se ven atendidas”.
  5. Escribe al final “gracias” o “valoro lo que haces”.
  6. Por ejemplo: “Querida Irma. Cuando nos escribes cosas interesantes. Yo me siento en paz, alegre y seguro. Porque mis necesidades de atención, cariño y aprendizaje se ven atendidas. Valoro mucho lo que haces”.

Descargar y liberar la carga emocional sin culpabilidad antes de que acabe el año te ayudará a sentirte mejor y a entender que perdonar no es olvidar, sino que puedes cambiar el paradigma y salir más fuerte para seguir adelante, aunque a veces lo recuerdes y haya dolor y molestia. Solo respira y sé amable contigo.

 

Dra. Irma Aráuz L. 
Psicóloga clínica y Doctora en Educación. 
E-mail: arauzirmaic@gmail.com 
www.facebook.com/psicologairmaarauz

 

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