¿Necesitamos educarnos para ser padres?

educación de padresNo existen escuelas que enseñe la carrera de «paternidad” o «maternidad”, no hay un libro preciso o una receta exacta para lograr ser los padres que nuestros hijos necesitan. Ser padres es un aprendizaje diario pero ¿cómo se educa a un padre?, en muchos países se brinda el servicio de «Escuela para padres” donde la comunicación con los maestros, psicólogos y orientadores, ayudan a los padres a entenderse y entender mejor a sus hijos. En Japón, lamentablemente nuestra comunidad no cuenta con este servicio, no hay una escuela de padres en nuestro idioma que nos permita entender a nuestros hijos y el sistema en el cuál se educan. En Gunma ken, las autoridades de la prefectura vieron la problemática de integración de los niños extranjeros latinoamericanos y solicitaron por medio de una institución que brindaba becas, la presencia de profesionales extranjeros como psicólogos y asistentes sociales peruanos y brasileños, es por este medio que llegan a Japón, específicamente a Gunma Ken, psicólogas peruanas como lo es el caso de Paola Ipanaque Bazán. Ella actualmente radica en Lima (Perú), desde  allá, tomando como base su experiencia y desde su punto de vista nos habla de las necesidades dentro del sistema educativo japonés que tienen los estudiantes y los padres latinos.

Gracias por tu tiempo Paola, cuéntanos primero sobre ti y cómo y cuándo llegaste a Japón.

Gracias a ustedes. Soy peruana y he estudiado psicología en Perú especializándome en terapia cognitivo conductual y en neuropsicología. Desde hace mucho nació mi interés por Japón y por su cultura, se presentó la oportunidad y me presenté a un beca otorgada dentro del programa LGOTP (Local Government Officials Training Program in Japan) del Ministerio de Asuntos Internos y Comunicaciones de Japón. La prefectura de Gunma había solicitado por medio de este programa, la presencia de psicólogos extranjeros para ayudar a que los alumnos extranjeros pudieran adaptarse mejor al sistema educativo japonés y para apoyar a sus padres en ese proceso. Mi beca tuvo una duración de 10 meses durante el 2012.

¿Cuál era tu plan de trabajo?

Lo primero que realicé fue un diagnóstico situacional gracias al cual me percaté que muchos de los problemas que estaban pasando los niños en las escuelas japonesas provenían en muchos casos de problemas con los padres y que era necesario trabajar con ellos para formarles y orientarles. Las autoridades de Gunma se dieron cuenta de que cuando los orientadores japoneses (カウンセリング) conversaban con los padres extranjeros, muchas veces no llegaban a comprender por un tema cultural y de idioma, entonces propusieron que los padres puedan recibir orientación en su lengua materna con una persona que conozca la cultura del país de origen y así los maestros japoneses también puedan entender mejor las necesidades de los niños y de sus padres.

 

¿En cuántas escuelas trabajaste en Gunma ken?

Trabajé en 5 escuelas primarias y dos NPO extranjeras donde tuve contacto sobre todo con adolescentes que por diferentes razones dejaban las escuelas.

¿Cómo fue la recepción de tu trabajo por parte de los maestros de las escuelas japonesas?

Hubo muy buena acogida, solo puedo hablar desde mi experiencia de trabajo en Gunma, pero percibí mucha apertura por parte de los profesores y de los directores de las escuelas. Si hablamos en cifras, en el tiempo que duró mi labor se pudo asistir a 269 niños, 88 adolescentes, 126 padres y 33 maestros y directores; cifras que reflejan la gran necesidad de profesionales que puedan ayudar en las escuelas japonesas orientando y educando a los padres extranjeros; lastimosamente por temas de presupuesto para el periodo 2013 ya no se solicitó ninguna psicóloga peruana a pesar de las grandes necesidades que existen.

¿Cómo trabajaste el tema de formación de padres?

Mi principal labor fue trabajar con los niños, pero a la par se realizaron varias charlas de orientación para los padres, fue gratificante ver que no solo llegaban padres de las escuelas donde trabajaba, sino de otros centros. La idea con estas charlas era capacitar a los padres para que pudieran apoyar a sus hijos.

Hablemos un poco sobre el ijime, ¿este es el principal temor de los padres?

Cuando inicié mi trabajo, el tema más recurrente por parte de los padres era el temor al ijime hacia sus hijos y el segundo el temor de acercarse a la escuela.

Sobre el ijime un punto importante es que los padres entiendan entre lo qué es ijime y lo que no; por mencionar un caso, una madre me comentó que a su hijo le estaban haciendo ijime, le pregunté al niño qué había pasado y él me dijo que su compañero le dijo que su mano era del color de la madera, a esto el niño solo reaccionó indiferente pero al contarle a su madre, ella le dijo que le estaban haciendo ijime; coloco este ejemplo para mostrar que no todo lo que pasa dentro de la escuela es ijime y necesitamos identificarlo para no generarle un estrés innecesario a nuestros hijos. Es un ejemplo como referencia ya que dentro de la escuela hay muchos malentendidos que no se pueden llamar ijime.

Hay otros casos en los que si hay ijime, he estado dentro de los salones de clases observando el comportamiento de los alumnos y he podido ver casos muy tristes, en donde el hostigamiento o las frases despectivas hacia un niño son continuas y permanentes, casos en donde se excluye a un niño y nadie juega con él.

¿Cuál es el papel de los padres en este caso?

Lo primero que hacía es que el niño lo manifieste, segundo lo motivaba a que se lo cuente a sus padres y luego los padres hablaban conmigo y les informaba el procedimiento a seguir. En los casos de ijime la presencia de los padres es fundamental, pero es importante recalcar que hay que buscar el camino adecuado para llegar a la escuela, ofuscándose o gritando no es la forma, hay que hablar con los maestros y con nuestros hijos. En mi experiencia la gran mayoría  de casos de ijime en las escuelas primarias se lograron resolver y hasta los niños involucrados se hacían luego amigos.

Lo triste es cuando un niño no tiene la suficiente confianza para decírselo a sus padres, ya sea por vergüenza, miedo u otra razón. En algunos casos los niños han sido víctimas durante meses y al preguntarles el por qué no lo habían dicho a sus padres algunos me respondieron de que sus papas van a ir «urusai” (alterados) a la escuela y ellos saben que eso les generaría más problemas y por eso prefirieron quedarse callados.

No voy a negar que hay casos en que las escuelas minimizan o no quieren aceptar el problema, no hay una solución fácil para el tema de ijime pero es importante no dejarla pasar ya que esto puede traer serias consecuencias psicológicas para nuestros hijos en el futuro, por ello es muy importante capacitar a los padres ya que son ellos las principales fuentes de apoyo, conocimientos y creencia para sus hijos.

¿Has tenido casos en los que no se logró una solución a estos problemas de ijime?

Sí, he tenido casos en los que el niño lamentablemente dejó la escuela y a esta situación se juntaron una serie de factores como profesores que no apoyan o padres no saben cómo enfrentar el problema; me he percatado de que algunos padres extranjeros tienen mucho miedo al ijime y su primera reacción es sacar a sus hijos de la escuela, con eso creen que ya están resolviendo el problema del ijime y no es así.

No todos los niños son víctimas de ijime, pero en los niños que lo sufren hay algunas características similares, como de que por sí son tímidos, tienen una baja autoestima, no saben decir que no o exponer su punto de vista, etc.; por ello es importante detectar los factores de riesgo y prevenir que nuestro hijos sean víctimas ayudándoles a fortalecer su autoestima.

Mencionaste sobre el temor de los padres a ir a la escuela, puedes comentarnos al respecto.

He podido observar casos en los que los padres sienten mucho temor por ir a buscar información o hablar con los maestros, primero por no conocer el idioma y en otros casos porque no entienden parte de la cultura. Es importante que la comunicación padres-escuela sea permanente ya que los niños necesitan de ese apoyo. Voy a comentar un ejemplo, un problema que puede parecer pequeño pero que surge de la falta de comunicación y entendimiento por parte de los padres con la escuela; está establecido que los niños deben llevar a la escuela todos los días de 4 a 5 lápices con punta, pero en el caso de un niño cuando su madre lo veía tarjar 4 a 5 lápices le increpaba porque para ella su hijo estaba desperdiciando sus útiles, mientras que en la escuela el maestro le llamaba la atención por no llevar sus materiales completos; cosas tan simples se vuelven un problema por un mal entendimiento y los únicos perjudicados son los niños.

Desde tu experiencia en las escuelas japonesas, qué les aconsejarías a los padres latinos en Japón para mejorar en su día a día como padres.

En primer lugar como padres siempre debemos tratar de ser padres democráticos, no padres pasivos que no pongan normas o padres autoritarios que día a día les dicen a sus hijos cómo hacer todo; padres democráticos que les enseñemos a reflexionar sobre qué es lo que están haciendo bien o mal, que es lo bueno o lo malo; es importante mostrar a sus hijos su potenciales y habilidades y  cómo utilizarlas.

En segundo lugar promover que nuestros hijos sean lo más independientes en la casa, esto no hay que confundirlo con dejarlos solos; he escuchado a padres que me dicen que sus hijos son muy independientes ya que luego de la escuela se quedan solos, se preparan la comida y cuidan de sus hermanos; eso no es independencia es dejarlos solos. Promover la independencia significa que poco a poco les vayamos permitiendo hacer las cosas por sí mismo, equivocándose y ayudándoles a corregirlas con el único fin de educarlos.

En tercer lugar enseñarles a nuestros hijos que son un miembro básico de la familia, que no están en último lugar ni en el primero, que son parte de un todo y un miembro muy importante, esto refuerza su autoestima.

Es importante el felicitarlos por los logros obtenidos y no solo criticarles; para un niño la vida en Japón no es fácil, muchas veces se tiene que adaptar a diferencias culturales que no entiende, en ocasiones el idioma es una barrera para integrarse, en este aspecto es importante decirles que estamos orgullosos de sus logros. Hay que reconocer los logros positivos que tienen y orientarles cuando estén equivocados.

Gracias por tu tiempo Paola, algunas palabras finales para los padres de nuestra comunidad.

Es importante asumir los roles que nos tocan como padres, el trabajo y el dinero no son más importantes que nuestras familias, definitivamente necesitamos trabajar para vivir pero sin colocar a nuestros hijos en un segundo plano, ellos necesitan de nuestro apoyo, de nuestro tiempo y sobre todo de nuestro cariño.

Por: Fabiola Oshiro y Roxana A. Oshiro.

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