En cada evento de la comunidad latina uno puede disfrutar de la sabrosa gastronomía de diversos países con platos típicos y hay un esfuerzo mayor en los comerciantes y emprendedores de estar presentes en estas ferias. También, hay una mayor presencia en festivales de otras comunidades extranjeras o en los «matsuri” locales del barrio que organizan los japoneses.
La concurrencia masiva de los japoneses en estas actividades es un incremento en las ventas y ganancias, y es una manera de dar a conocer las delicias que tienen. Sin embargo, hay varios elementos que es recomendable mejorar y en algunos casos es necesario invertir más en conocimientos y adquisición de envases más acorde a las exigencias de los clientes. Lo mismo, se puede decir de la venta por pedido y envío por servicio de carga «takkyubin” que exige otra logística.
Por un lado, es necesario que en las ferias latinas o «matsuri” locales del barrio sepan promocionar bien sus platos y expliquen mejor los ingredientes que usan. A los japoneses les gusta «lo exótico y lo étnico”, pero «no comen piedra”. Si tuvieron una mala experiencia no volverán a comprar ese plato ni parecidos. Tampoco, hay que olvidar que hay ingredientes y sabores que no conocen y por eso es importante señalar lo que se usa para la sazón. En las fotos que colocan para ofrecerlos se ven deliciosos, pero no se puede saber si es picante o no, pues para ellos lo «étnico (esunikku)” es picante, color rojizo y novedoso. Muchos confunden los sabores asiáticos con los latinoamericanos cuando en la misma región hay sabores muy diferentes.
Otro aspecto importante es la manera de presentar y cómo se sirve en los envases, y el empaque que se prepara por si el cliente desea llevar la comida a casa. Sean empanadas, carne de res o pollo asado, etc., una cosa es que se consuman en el lugar y otra si optan por llevarla a casa, principalmente cuando se trata de un pollo a la brasa, por ejemplo. Muchos comerciantes latinos suelen servir en envases de plástico que son muy endebles que cuando se trata de platos calientes es casi imposible sostener. No siempre disponen de utensilios adecuados ni tienen preparado los palillos «ohashi” que es de uso habitual en los japoneses y son más prácticos. Esos envases al por mayor no cuestan ni 3 yenes y los utensilios rondan un precio similar. Si el menú cuesta 500, 700 o 1.000 yenes, no es nada «invertir” de 5 a 10 yenes en un envase más resistente de cartón a fin de que el cliente pueda comer cómodamente. En las ferias organizadas por japoneses se suelen usar recipientes de papel acartonado que aíslan el calor. Además, al finalizar su uso es un residuo quemable. Puede salir un poco más caro que el plástico, pero cada unidad ronda de 7 a 10 yenes.
Y otro detalle necesario que deben considerar es que cuando se trata de carne asada, la deberían cortar en trozos a fin de que se pueda comer con «ohashi” o un tenedor de plástico. Es hasta molesto tener que comer un cuarto de pollo en un recipiente que no resiste el calor, parados o sentados, sin una mesa donde ponerlos. Por más que el pollo esté a punto, muy bien aderezado y uno no pueda resistir el apetito, comerlo se convierte en toda una odisea.
Y si el cliente lo quiere llevar a su casa es necesario que lo coloquen en un recipiente de cartón o tergopol, y lo pongan – en lo posible – en una bolsa de papel o por lo menos en una de plástico que sea más resistente. Es cierto que eso puede implicar un mayor costo, pero es usual que el cliente japonés se lleve no solo una sino varias porciones o un pollo entero, junto a otros platos. Por lo tanto, compensaría ese gasto extra que asume el comerciante.
Otro detalle es que, si hay un espacio con mesas y sillas preparadas en el evento que alguien se haga cargo de limpiar a medida que se vayan retirando y que haya una buena circulación de los que hacen uso de esas instalaciones. Ofrecer esas facilidades es importante, pero si una familia o grupos están varias horas en ese lugar no hay ninguna oportunidad de que otros puedan saborear con un poco más de comodidad los platos que ofrecen. Las ferias y los eventos del día nacional son gratos momentos de reencuentro entre amigos y familiares, y de paisanos que hace mucho no se veían, pero los organizadores deben ser un poco más sistemáticos para que la mayor cantidad de personas puedan degustar de manera más cómoda.
Junto a esta observación es necesario facilitar más los depósitos de residuos para que lo puedan tirar ya separando lo quemable y no quemable, líquidos y plásticos, etc., según las normativas de cada lugar. Hay un avance muy grande en esto, pero se puede mejorar un poco más.
La otra cuestión es cuando la venta es por pedido, sea por teléfono o internet, y con entrega a domicilio. Hoy, en Japón es usual la venta por internet y hay una variedad muy grande de alimentos, precocinados o congelados, etc. que llegan a los domicilios en tiempo establecido gracias a la eficiencia de los servicios de carga «takkyubin”. En el facebook se observa que muchos comerciantes latinos promocionan sus productos y toman pedidos. Y en época de Navidad la venta de los pollos a la brasa puede ser un toque distintivo para hacer una buena diferencia.
Sin embargo, aquí también se observan falencias y fallas en el empaque y en la manera de enviar los productos. Los envases son inadecuados y la comida llega de manera desprolija. Si el pollo a la brasa se acompaña con papas fritas, ¿no será posible que esas papas vayan en un envase aparte para que todo no sea tan aceitoso o usar papas al horno o papas congeladas? Y cuando envían productos envasado al vacío deben pensar si es mejor enviarlo congelado o simplemente frío. Los comercios japoneses suelen enviarlo congelado y señalan en una indicación cómo debe descongelarse para que se mantenga el sabor y cómo calentarlo para que sea sabroso. En cuanto a la carne fresca, hay firmas latinas que si bien lo envían empaquetados al vacío las cajas de cartón que usan están sucias o malogradas.
Hasta ahora casi todos los comerciantes suelen decir que quieren ampliar su clientela japonesa pero el esfuerzo por conquistarla es insuficiente porque no adquieren los conocimientos de empaque y envío. Hay restaurantes peruanos que han mejorado la presentación, la atención y el sabor para el mercado local, pero muchos otros tienen pendiente cambios que urge realizar.
También, es necesario que sean más precisos en los cálculos de los costos de empaque y envío pues hay firmas latinas que ponen una cifra redondeada y nada más. Sea el Kuroneko Yamato o Sagawa, o el correo Yubinkyoku, tienen sus tarifas de envío y por ende deben especificar el costo por peso, volumen y distancia (prefectura o región). Esas especificaciones brillan por su ausencia.
La manera de empacar, el tipo de envase a usar, utensilios, forma de envío, costos adicionales, son elementos que deben ser tomados en cuenta para demostrar que son empresarios serios y competentes. ¡Ojalá, las mejoras vayan en aumento y cada vez más personas puedan disfrutar de la sabrosa gastronomía latinoamericana en los eventos! Si hay mejoras en estos ámbitos, es indudable que las ventas en los mismos restaurantes prosperen mucho más.
Por: Lic. Alberto Matsumoto
Web: www.ideamatsu.com
Referencias:
https://www.pinterest.jp/explore/お弁当-詰め方/?lp=true Modo de presentar los «obento”
Firmas que venden todo tipo de envases, bolsas, cajas, etc.
https://www.propack-kappa.com
https://www.syokusai-net.com/product_list.html?m_product_category_id=114
http://www.cotta.jp/products/list.php?category_id=1000