El otoño envuelve a Japón con un manto de hojas cambiantes y resplandecientes de tonos púrpura, oro, bronce y dorado, que iluminan y embellece colinas y montañas con una alfombra infinita que deja perplejos a residentes y viajeros. Este fenómeno natural otoñal recibe el nombre de kōyō (紅葉) o popularmente llamado momiji, en relación a las hojas del arce japonés, que se tornan de un color rojizo precioso y son las favoritas de los japoneses. Cabe mencionar que el término momiji proviene de la antigua palabra momizu, que significa teñir algo de rojo.
A inicios del otoño se realizan diversos festivales conocidos como Akimatsuri (秋祭り) para despedir el verano y darle paso al nostálgico otoño con sus agradables temperaturas y cielos claros y brillantes. En esta época no solo salen a la venta productos especiales de temporada, sino que también se goza de diversas festividades culturales, lo que demuestra y enfatiza el fuerte apego por este tipo de espectáculos naturales que sienten los japoneses, sensibles a la belleza visual que los paisajes de su entorno. Los japoneses nombran momijigari, a las excursiones y salidas en fin de semana que realizan para disfrutar al máximo de este fenómeno natural.
Los mejores árboles para disfrutar del momiji
Existe una serie de árboles que ofrecen un verdadero espectáculo, entre ellos tenemos:
– Iroha momiji o arce japonés: es la estrella del otoño en Japón debido a que sus hojas pasan de verde intenso a un rojo espectacular.
– Ichō o gingko: sus hojas se vuelven amarillas con la llegada del otoño, contrastando maravillosamente con las del arce o el serbal.
– Nana kamado: sus hojas se tiñen de intenso color rojo.
– Nurude o zumaque chino: sus hojas se tornan anaranjadas y rojas.
Algunos lugares para disfrutar del momiji
– Calle Metasequoia Namiki en Takashima, Shiga.
– Templo Kiyomizudera en Higashiyama, Kioto
– Cascada Ryuzu en Nikko, Tochigi.
– Kumojochi en Karuizawa, Nagano
– Parque Showa Kinen Koen en Tokio.
– Calle Meiji Jingu Gaien en el barrio de Aoyama, Tokio.
– Lago Kawaguchi, monte Fuji en Yamanashi.
– Calle Koshu Kaido Icho-namiki en Hachioji, Tokio.
– Valle Dakikaeri keikoku, lago Tazawako, Akita.
– Montañas de Zao en Yamagata.
– Estanque Taisho y puente Kappa de Kamikochi en Matsumoto, Nagano
Por: Abby Hymura Licenciada en Ciencias de la Comunicación E-mail: lola_ligabay@hotmail.com